¿DE DÓNDE VENIMOS?
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Los seres vivos y sus cambios en el tiempo

Después de que se formó la Tierra aún pasaron millones de años hasta la aparición de los primeros seres vivos. Organismos unicelulares como las bacterias fueron las primeras formas de vida que aparecieron en el agua; después surgieron poco a poco organismos más complejos como los animales y las plantas. Los fósiles pertenecientes a las distintas eras geológicas son prueba de que antes de la existencia del ser humano en la Tierra ya existían otros seres vivos.

La interpretación que se ha dado a la presencia en otros tiempos de seres que ahora ya no existen y que conocemos sólo por medio de los fósiles, ha cambiado en el curso de la historia de la humanidad. Por ejemplo, una interpretación muy famosa en el siglo xviii decía que, en el transcurso del tiempo, habían ocurrido varias catástrofes que ocasionaron la extinción de todos los seres vivos y que, a partir de estas extinciones, se originaron de nuevo todas las especies actuales.

Fósiles de animales extintos

Fue en el siglo xix cuando surgió la idea de que las especies se van modificando a lo largo de muchas generaciones, en un proceso lento y continuo, y que las especies del pasado son los antepasados o ancestros de las especies actuales. A este proceso de cambios que ocurren en los seres vivos a través de millones años se le conoce como evolución biológica.

Como recordarás de tu libro de Ciencias Naturales de cuarto grado, cada especie de seres vivos está formada por individuos similares que pueden reproducirse entre sí y dejar descendientes. También recordarás de tu libro de quinto grado que en la naturaleza existe una variabilidad entre los organismos, lo que significa que, aunque sean de la misma especie, no son exactamente iguales entre sí.

Variabilidad en la coloración de mariposas de una misma especie

La variabilidad nos permite explicar por qué no hay dos niños o niñas iguales, ni mamás o papás que sean idénticos. En la naturaleza, aunque no siempre podamos observarlo, los individuos de la misma especie presentan diferencias que los hace individuos únicos.

Debido a la variabilidad, a través del tiempo los seres vivos han modificado algunas características que les han permitido sobrevivir cuando el ambiente cambia. Es importante que recuerdes que el ambiente no sólo son las características físicas como el clima, la humedad o la cantidad de luz, sino que también forman parte de él los seres vivos y las relaciones que se establecen entre ellos.

La evolución de las especies

Como has estudiado en tus cursos anteriores de Ciencias Naturales, los seres vivos, sean plantas, animales o microorganismos, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Ningún ser vivo puede cambiar repentinamente y convertirse en otro. Por ejemplo, un lobo no puede convertirse en perro ni un helecho puede convertirse en fresno. Sólo a través de millones de años una especie puede dar origen a otra. Este cambio es resultado de la evolución de las especies.

Mediante el estudio de algunos fósiles y de comparar sus características con las de los mamíferos, hoy se sabe que éstos evolucionaron a partir de los reptiles, lo cual permite elaborar esquemas evolutivos como el de arriba.

Un ejemplo es la evolución de los anfibios. Los científicos suponen que los anfibios, como los sapos y las salamandras, probablemente evolucionaron de una especie de peces que vivió hace más de 350 millones de años. Estos peces tenían aletas fuertes que les permitían arrastrarse en el fondo de los estanques. Aunque tenían branquias para respirar bajo el agua como los demás peces, también tenían pulmones simples que les permitían respirar fuera del agua. Si el estanque llegaba a secarse, podían respirar por un rato, mientras se arrastraban con sus aletas hasta encontrar agua en otro estanque. Con el paso del tiempo, algunas zonas de la Tierra que estaban muy húmedas se fueron secando y los organismos que las habitaban empezaron a tener ciertos cambios para poder vivir fuera del agua. Lo que ocurrió fue que su descendencia, a través de muchas generaciones se fue adaptando más a las nuevas condiciones ambientales, es decir, sus descendientes poco a poco perdieron sus branquias para desarrollar pulmones y transformaron paulatinamente sus aletas en extremidades más adecuadas al medio terrestre. Después de muchas generaciones, estas nuevas criaturas se adaptaron a la vida en la tierra.

De manera similar, los anfibios fueron los ancestros de los reptiles, como los dinosaurios, las serpientes y los cocodrilos.

Los reptiles, a su vez, dieron lugar a las aves y también dieron origen a los ancestros de los mamíferos, de los cuales evolucionaron todas las especies de mamíferos que ahora conocemos. Los monos, las ballenas, los caballos, los perros, las jirafas, e incluso los seres humanos, todos compartimos el mismo origen.

Este esquema representa la evolución de los animales. Para hacerlo se tomaron en cuenta las semejanzas y diferencias en el desarrollo y la estructura de sus cuerpos. Los organismos más sencillos y antiguos, como las medusas y los gusanos planos, tienen el ancestro común más antiguo. Por otro lado, los equinodermos y los vertebrados comparten un ancestro común más reciente.

Para entender la evolución de los seres vivos, los biólogos identifican las diferencias y las semejanzas entre dos o más especies. Las partes que se comparan pueden ser estructuras, como los huesos y los tejidos; funciones como la reproducción, la respiración y la fotosíntesis; o comportamientos, como la alimentación de las crías al nacer. Estas diferencias y semejanzas nos permiten encontrar el parentesco de las especies entre sí. Mientras más semejanzas encontremos entre dos o más organismos, evolutivamente están más relacionados entre sí.

Para clasificar las especies, los biólogos comparan las características que los seres vivos tienen en común. Para hacer esta clasificación es muy importante la elección adecuada de las características que se van a comparar; por ejemplo, la forma de vida de los organismos, si vuelan o nadan, si tienen esqueleto, si presentan órganos sexuales y si son ovíparos o vivíparos. En el caso de las plantas, si tienen flores, cómo se reproducen y si producen semillas o esporas. Comparando así las características comunes de los diferentes grupos de especies, la clasificación nos muestra cómo las formas vivientes pudieron haber evolucionado a partir de un ancestro común.

Brazo humano







Observa con cuidado la forma de los huesos del brazo humano, de la aleta de la ballena, del ala de un ave y de la de un murciélago. Contesta en tu cuaderno las siguientes preguntas y comenta con tus compañeras y compañeros tus respuestas.

¿Podrías decir quiénes son más parecidos entre sí? ¿Quiénes tienen más diferencias? ¿Por qué?


Aleta de ballena




Ala de murciélago

Ala de ave

Cacería de un mamut

Algunas especies de seres vivos no logran sobrevivir cuando el ambiente en donde viven cambia drásticamente. De esta manera, las especies desaparecen, a veces lentamente, cuando en cada generación mueren muchos de los individuos que las forman, en otras ocasiones de manera súbita, pero en ambos casos a este proceso se le denomina extinción. Los mamuts, por ejemplo, probablemente se extinguieron porque en una época el clima del planeta se volvió extremoso, muy caluroso en el verano y muy frío en el invierno. Además, los primeros seres humanos cazaban mamuts para su alimentación.



Se cree que el tigre dientes de sable desapareció debido a que sus enormes colmillos sólo le permitían cazar grandes animales como los mamuts. Al desaparecer los mamuts, fueron incapaces de cazar animales más pequeños, y se extinguieron.

La extinción natural de las especies es parte importante de la evolución biológica. De todas las especies que han poblado la Tierra, desde que se inició la vida hace 3 500 millones de años, se ha extinguido la mayor parte. En algunos casos, las extinciones se produjeron en forma masiva por procesos naturales, como cambios súbitos en el ambiente. En casos más recientes, las especies han desaparecido de la Tierra a causa de diversas actividades del ser humano, como consumirlas en exceso, alterar o destruir su hábitat, o traficar con ellas.

Observa en la gráfica qué periodo geológico ha tenido mayor número de especies extintas. Cada barra representa el porcentaje de especies extinguidas en cada periodo.

Hace aproximadamente 15 000 millones de años se originó el Universo probablemente como producto de una gran explosión. La materia del universo se formó de inmediato. Durante millones de años el Universo se fue expandiendo. Dentro de las galaxias siguen naciendo nuevas estrellas a partir de nubes de gas y polvo. El polvo y los gases se van agregando para formar estrellas dentro de las galaxias. Hace 13 000 millones de años se formaron las primeras galaxias.
La galaxia de Andrómeda se formó hace unos 12 000 millones de años. La galaxia de la que forma parte el Sol, junto con otros 400 000 millones de estrellas, se conoce como Vía Láctea. El sistema solar se empezó a formar hace
4 600 millones de años. En el centro de una nube se formó el Sol y a partir del material que sobró se formaron los planetas y los satélites o lunas.
Los planetas se formaron por choques de sustancias que se fueron agregando, e integraron esferas que crecieron más y más. Sistema solar: Sol, Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
Hace 4 600 millones de años, al formarse el sistema solar, se formó nuestro planeta, la Tierra, a partir de una masa incandescente. La Tierra incandescente La Tierra en la actualidad Cuatro momentos antes y después de la gran colisión que dio origen a la Luna. Objeto aproximándose a la Tierra Momento de la colisión Material disperso después de la colisión Formación de la Luna Los gases de la actividad volcánica dieron lugar a la primera atmósfera, hace 3 800 millones de años. El vapor de agua produjo las primeras lluvias. La acumulación de agua formó los primeros océanos, hace 3 800 millones de años. La formación de la atmósfera y de los océanos fue muy importante para el surgimiento de la vida en la Tierra.
Hace 3 500 millones de años se originó la vida en el agua. Los primeros seres vivos fueron unicelulares. Los primeros animales fueron invertebrados, entre ellos medusas, gusanos y esponjas. Se originaron hace 600 millones de años. Se desarrollaron también algunos moluscos con concha. Hace 570 millones de años, los trilobites y las algas eran los organismos que abundaban en los océanos. Los primeros peces aparecieron hace 500 millones de años y tenían un esqueleto cartilaginoso. Aunque no tenían huesos, algunos de los primeros peces desarrollaron corazas para protegerse. Hace 440 millones de años aparecieron las primeras plantas terrestres, como los musgos. Los peces desarrollaron mandíbulas y esqueleto óseo hace 400 millones de años.
Los peces con esqueleto desarrollaron una variedad de formas y tamaños. Los insectos habitan la Tierra desde hace 395 millones de años. Algunos insectos, como las libélulas, no han cambiado desde su origen. Hace 380 millones de años, los peces dieron lugar a los anfibios. Los helechos se originaron hace 360 millones de años. Los anfibios dieron lugar a los reptiles hace 345 millones de años.
Los ictiosaurios fueron reptiles parecidos a los delfines actuales. También existieron plesiosaurios enormes. Hace 280 millones de años se originaron los pinos y los primeros bosques de coníferas. Los dinosaurios surgieron hace 250 millones de años. Algunos eran del tamaño de un pollo o un pavo. Otros dinosaurios alcanzaron tamaños enormes. Dominaron durante la era Mesozoica. Los primeros mamíferos se originaron de un grupo de reptiles hace 200 millones de años.
Después de que los dinosaurios se extinguieron, los mamíferos se diversificaron aún más. Las plantas con flores surgieron hace 136 millones de años. Los reptiles también dieron lugar a las aves, hace 130 millones de años. Muchas aves antiguas tuvieron tamaños enormes. Los primates iniciaron su evolución hace 65 millones de años. Entre los antiguos primates se encontraban los ancestros de los monos actuales y también los del ser humano. Se tienen indicios de que los primeros ancestros del ser humano aparecieron aproximadamente hace 4.4 millones de años. Posteriormente otros ancestros del ser humano empezaron a utilizar elementos del entorno como utensilios.

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