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El nacimiento de las ciudades
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Reconstrucción de una aldea fortificada
encontrada en Dimini, Grecia, y que se cree que estuvo habitada hace unos 7 mil
años.
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Algunas regiones del planeta tienen ventajas
especiales para la agricultura: en ellas hay grandes extensiones de tierra
fértil y ríos caudalosos que regularmente proporcionan agua para
el riego.
Una de esas regiones es Mesopotamia, que en lengua griega
significa “tierra entre ríos”, porque está situada
entre los ríos Tigris y Éufrates, en lo que actualmente es
Irak.
El agua de esos ríos fue aprovechada mediante
complicados sistemas de canales, que hicieron posible el cultivo de miles de
hectáreas. La alta producción agrícola y la necesidad del
trabajo colectivo provocaron una mayor concentración de la
población, el aumento de la riqueza y el desarrollo del comercio en gran
escala con regiones alejadas. Fue así como algunas grandes aldeas se
convirtieron en las primeras ciudades.
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Piedras como ésta se utilizarón para
contar y son el antecedente de la escritura y la aritmética.
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Es probable que la más antigua de las
ciudades sea Uruk, en el sur de Mesopotamia, pero muy pronto crecieron otras
igualmente importantes en las cercanías, y después en otras
regiones del mundo que ofrecían condiciones favorables.
Las grandes ciudades tenían una población de
unas decenas de miles de habitantes, lo que parece poco comparado con la
población de los centros urbanos en la actualidad. Sin embargo, la
importancia de las primeras ciudades no estaba solamente en su tamaño.
En ellas se construyeron grandes obras públicas y se desarrollaron la
ingeniería y la arquitectura. Ahí surgieron poderosos grupos
militares y religiosos, que concentraron el poder de gobernar. También
se originaron las ciencias y, sobre todo, ahí nacieron la escritura y
las matemáticas.
La aparición de las ciudades marca el final de la
prehistoria y, con el surgimiento de las grandes civilizaciones
agrícolas, se inicia propiamente la etapa histórica de la
humanidad.
ACTIVIDAD
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En las lecciones 1 y 2 has estudiado un período muy
largo de la historia de la humanidad. Para que te formes una idea de la
duración de ese período, realiza las siguientes actividades:
- Con papel elabora un rectángulo que mida 104
cm de largo y 10 cm de ancho.
- Traza una línea a lo largo del
rectángulo y marca intervalos de 2 cm.
- Cada espacio representará un milenio, es
decir, mil años.
- Cuenta los espacios de derecha a izquierda (no
olvides que cada espacio representa mil años) y marca el punto que
representa la fecha en que, según se dice, nació Cristo. Recuerda
que, en nuestro calendario, esa fecha es el punto de partida para contar los
años hacia adelante y hacia atrás.
- Marca aproximadamente el punto en el que se
localizará el año actual.
- En seguida, localiza sobre las líneas los
siguientes hechos:
- — 50 mil a.C.: aparición del
homo sapiens.
- — 40 mil a.C.: los seres humanos inician su
paso de Asia a América a través del estrecho de Bering.
- — 20 mil a.C.: establecimiento de grupos
humanos en el territorio de lo que hoy es México.
- — 15 mil a.C.: inicio del poblamiento de
América del Sur.
- — 10 mil a.C. a 5 mil a.C.: el hombre aprende
la agricultura.
- — 5 mil a.C.: la agricultura se convierte en
la actividad principal de Mesoamérica.
Calcula:
- ¿Cuántos años han pasado
aproximadamente desde que apareció el hombre hasta la actualidad?
- ¿Cuántos años pasaron desde que
apareció el hombre hasta que inició el poblamiento de
América? ¿Cuántos hasta que inició el poblamiento
de lo que hoy es México? Marca con colores distintos barras que abarquen
estos períodos.
- ¿Cuántos años tardó la
humanidad para aprender a sembrar y a cultivar plantas? Marca con otro color
este período.
- Desde la aparición del hombre hasta el
surgimiento de las primeras aldeas y ciudades, ¿cuánto tiempo
transcurrió?
- Marca con un color el período que corresponde
a nuestra era (desde el nacimiento de Cristo hasta que tú naciste).
¿Cuántos años abarca? ¿Qué parte representa
de la línea que trazaste?
Si realizaste la actividad con cuidado, te habrás
percatado de que los casi 2 milenios de nuestra era representan una parte muy
pequeña, menos de 2/52 del largo tiempo que ha pasado desde la
aparición del hombre hasta la actualidad.
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