CONTRAPORTADA

De la máquina de vapor al cero absoluto es una obra de difusión del conocimiento científico en que su autor examina los procesos y transformaciones que hacen convertirse una energía en otra: la electricidad, que al accionar una lámpara se transforma en energía luminosa; la energía química, que almacenada en un combustible es capaz de mover un vehículo, y otros cambios que se encuentran expresados en forma sistemática dentro del área de la física llamada termostática.

El hombre tuvo que recorrer un largo camino para aprender a convertir en calor el trabajo y viceversa. Cuando finalmente logró que el vapor contenido a presión en una caldera —al ser dirigidas sus moléculas hacia un cilindro— empujara un émbolo y produjera trabajo, ya era casi nuestro contemporáneo. Es por eso que este libro dedica sus primeros capítulos a seguir, a lo largo de la historia humana, los conceptos que más tarde constituirían la termostática.

"Si bien es cierto que existe una interrrelación entre ciencia y tecnología —afirma Leopoldo García-Colín—, en el campo de la termostática la situación fue, totalmente, la opuesta. Las que llamamos ahora máquinas térmicas evolucionaron desde el siglo XVII hasta mediados del XIX sin que hubiera existido la menor comprensión sobre las causas teóricas, esto es, una explicación científica de su funcionamiento."

A tal labor es a la que García-Colín se aboca en este libro, y para una mejor comprensión del tema muestra a los lectores algunos de los múltiples sistemas a los que se aplica la termostática, haciéndolo en un lenguaje no desconocido al experto, pero al mismo tiempo accesible a quien se inicia en la materia.

Leopoldo García-Colín estudió ingeniería química y física teórica en la UNAM, para doctorarse posteriormente en física en la Universidad de Maryland, EUA. Ha destacado en el trabajo académico y en la investigación tanto en la UNAM como en el IPN. En 1965 ganó el Premio de Ciencias que otorgaba la Academia de la Investigación Científica (hoy Academia Mexicana de Ciencias), en 1977 fue electo miembro del Colegio Nacional, y en 1988 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, por sus aportaciones en ciencias fisicomatemáticas y naturales. Científico y preceptor de actividad constante, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, combina su afición a las ciencias con la que profesa por el deporte, especialmente por la carrera de maratón. En la actualidad también se desempeña en la UAM lztapalapa, donde es profesor distinguido, y en otros centros de enseñanza superior.

Diseño: Carlos Haces / fotografía: Carlos Franco

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