OTROS T�TULOS DE QU�MICA
La doctora Susana Chow Pangtay formula en Petroqu�mica y sociedad una interrogante muy seria: "�Qu� pensar�an los seres humanos si se les propusiera talar todos los bosques del mundo para transformar s�lo el 7% de la madera en muebles y papel y el resto convertirlo en le�a y carb�n?" La cuesti�n es muy pertinente puesto que es lo que se est� haciendo en la actualidad con el petr�leo y el gas natural. As�, el alto consumo de gasolinas y de gas licuado afecta el precio y la disponibilidad de los derivados del petr�leo cuyos usos, gracias a la petroqu�mica, se han extendido a tal grado que pr�cticamente no hay rama de la actividad humana en la que no intervenga alg�n derivado del petr�leo. En su Presentaci�n a este libro, el doctor Francisco Barn�s de Castro invita en broma al lector a desprenderse de cualquier prenda de vestir en la que no intervenga una alta proporci�n de materiales sint�ticos derivados de la petroqu�mica; recomienda al que haga la prueba refugiarse en la intimidad del hogar, ya que incluso el material el�stico que sostiene la ropa interior incluye derivados del petr�leo.
No extra�a as� que la parte central de esta obra se encuentre enfocada al uso extenso de los petroqu�micos en nuestra vida diaria. Simult�neamente, se explica tambi�n el grado de complejidad que acompa�a a cada uno de los procesos utilizados en la industria petroqu�mica.
coedicion de la SECRETARÍA DE EDUCACI�N P�BLICA
el CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
y el FONDO DE CULTURA ECONÓMICA.
1a. edici�n, 1987; 4ta. reimp., 1995; 192 pp.
La qu�mica y la cocina son actividades que emplean intuici�n, imaginaci�n y capacidad creadora. Ambas se apoyan en el trabajo y los hallazgos de gran cantidad de personas que han sabido disfrutar y compartir el gozo de su actividad. Si bien el diario disfrute de la cocina es incuestionable, cabe preguntarse por qu� la qu�mica, como ciencia y como profesi�n, ha sido una actividad que ha despertado poco inter�s y entusiasmo entre los j�venes. Entre las posibles respuestas, el autor cree que el enfoque disciplinario y la falta de ejemplos cotidianos llevan a una p�rdida de curiosidad y de capacidad de asombro. Terreno particularmente f�rtil para ilustrar los principios de la qu�mica es la cocina, pues una bien equipada tiene m�s de 200 reactivos qu�micos y emplea procedimientos semejantes a los de un laboratorio. Muchas de las reacciones qu�micas que ocurren en la cocina (como a�adir tequesquite a los nopales) tienen una explicaci�n cient�fica que ilustra y respalda a la inobjetable experiencia culinaria. Una de las formas en que se puede lograr el inter�s por la qu�mica es mostrando que tiene que ver con la vida de todos los d�as. Como la cocina.
coedici�n de la SECRETARÍA DE EDUCACI�N P�BLICA
el CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOG�A y el FONDO DE CULTURA ECON�MICA
1a. edici�n, 1990; 4ta. reimp., 1996; 160 pp.
Qu�mica, Universo, Tierra y vida
Astr�nomos y f�sicos postulan que el Universo tuvo su origen en una gran explosi�n que, a partir de un gas denso, form� las innumerables galaxias dentro de una de las cuales, la V�a L�ctea, vive el hombre. Cuando la temperatura del mundo creado por la gran explosi�n era de alrededor de mil millones de grados, se formaron los elementos m�s simples, el hidr�geno y el helio; mucho m�s tarde, en el interior de las estrellas, se desarrollaron otros elementos hasta llegar a un n�mero cercano a cien. Puede verse as� que, en cierta forma, la historia de nuestro Universo puede definirse, de una manera muy general, como una reacci�n o serie de reacciones qu�micas de magnitud infinita cuyos pasos define el t�tulo de este libro: Qu�mica, Universo, Tierra y vida.
Hasta donde se sabe, las reacciones qu�micas se producen en forma espont�nea en el cosmos, donde se forman de manera lenta sustancias sencillas. Mas en nuestro peque�o planeta las reacciones qu�micas ocurren de manera m�s r�pida y dan lugar a mol�culas mucho m�s complicadas, debido sobre todo a la presencia de ox�geno en el aire y en el agua en todas las formas en que se presenta. As�, el hierro dejado a la intemperie se cubre de herrumbre a causa de una oxidaci�n espont�nea; una oxidaci�n m�s vigorosa y de violencia explosiva es, tambi�n a causa de una oxidaci�n s�bita, la combusti�n de la dinamita.
coedici�n de la SECRETARÍA DE EDUCACI�N P�BLICA
el CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
y el FONDO DE CULTURA ECON�MICA
1a. edici�n, 1988; 5ta. reimp., 1996; 168 Pp.
ISBN 968-16-2705-9