V. ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS PLATAFORMAS CONTINENTALES Y DE LOS FONDOS OCE�NICOS

GENERALMENTE, la correspondencia entre el dominio continental y el marino no se da de manera brusca, pues va aumentando poco a poco la pendiente de descenso hasta llegar a las profundidades del oc�ano.

La zona de transici�n tiene el aspecto de una plataforma que se inicia inmediatamente despu�s de la l�nea de costa. En periodos geol�gicos recientes, gran parte de esta plataforma se encontraba fuera del mar. Al cambiar el nivel del agua durante las glaciaciones, la plataforma fue cubri�ndose, pero conserv� la mayor�a de sus caracter�sticas continentales, que han cambiado a trav�s del tiempo debido a los procesos de erosi�n y sedimentaci�n. A esta plataforma se le llama plataforma continental.

La plataforma continental es la primera provincia del borde externo del margen continental y se encuentra despu�s de la zona costera, hacia el mar. Con el avance y retroceso de la l�nea de costa, las caracter�sticas de las plataformas han cambiado; unas son de tipo continental y otras totalmente submarinas.

Estas plataformas que son muy diversas, resultan m�s irregulares en las regiones tropicales que en las zonas fr�as. Est�n conformadas por procesos de sedimentaci�n y por la actividad de organismos sedentarios como los corales. En la costa del Oc�ano Pac�fico de Am�rica del Norte, la plataforma es reducida, puesto que all� existen fuertes corrientes. En la Sonda de Campeche, situada en el Golfo de M�xico y en donde el movimiento de las aguas oce�nicas es m�nimo, se encuentra muy extendida. En la desembocadura de los grandes r�os, que son �reas de sedimentaci�n, alcanzan grandes dimensiones. Se considera que la plataforma m�s ancha del mundo es la del Mar de Barents en el Oc�ano Artico, que tiene 1 000 kil�metros de longitud.

La extensi�n promedio de las plataformas continentales mundiales es de 200 a 600 metros, y su profundidad media es de 150 a 200 metros.

La zona que ha estado expuesta a la acci�n de los glaciares presenta las plataformas continentales de mayor profundidad, como las de Groenlandia, que llegan a tener de 300 a 400 metros de profundidad, en contraste con la del Mar de Beaufort, al norte de Alaska, que s�lo tiene 70 metros en determinados sitios.

En algunos lugares, las plataformas continentales tienen uno o dos escalones en el borde que las une al talud continental. Dichos escalones son planicies marginales.

El talud continental es de mayor declive que la plataforma, y llega de 1 500 a 3 000 metros de profundidad, donde se localiza el borde continental.

La topograf�a del talud es muy irregular. Est� cubierta en 50 o 60 por ciento por fango sedimentario; en 25 por arena; en 15 por roca desnuda y en 10 por ciento por restos org�nicos. Adem�s, abunda en depresiones y cuencas. Su origen es tect�nico y sedimentario.

Una de las irregularidades m�s marcadas en el talud son los ca�ones submarinos, surcos profundos cortados verticalmente en forma de V a modo de valles sumergidos. Estos se localizan a profundidades de 2 000 a 4 000 metros. El Gran Ca��n de Hudson, situado en la costa oriental de Am�rica del Norte, tiene 300 kil�metros de longitud y su mayor profundidad es de 3 500 metros.

La inclinaci�n de la superficie del talud var�a en las diferentes regiones del planeta. Con 2� 55", la m�nima, se encuentra en la costa de la India, y con 5� 20", la m�xima, se halla en la costa del Oc�ano Pac�fico de Am�rica del Norte.

El borde continental se ubica a continuaci�n del talud, y es dif�cil reconocer el lugar en donde se inicia. Es la zona de transici�n entre el talud y el suelo profundo del oc�ano. Su inclinaci�n es semejante a la de la plataforma continental, y tiene un metro m�s de profundidad por cada 1 000 metros.

El conocimiento en torno al fondo oce�nico es muy reciente. Por ejemplo, lo accidentado de la estructura de este fondo no se sospechaba antes de la segunda Guerra Mundial, pero con el desarrollo de la ecosonda de registro, —aparato que produce explosiones y calcula la profundidad por el tiempo que tardan los ecos en regresar a la superficie— los detalles de la topograf�a submarina fueron revel�ndose progresivamente.

A ra�z de esos estudios se encontr� que el fondo oce�nico est� dominado por cadenas monta�osas volc�nicas que forman los grandes dorsales o elevaciones, los cuales alcanzan miles de kil�metros de largo, con decenas de kil�metros de ancho y crestas que se levantan de dos a tres kil�metros por encima de las planicies abisales. Adem�s se descubrieron otros tipos de formaciones topogr�ficas, como fallas, fosas marginales, arcos insulares, trincheras, ca�ones submarinos, monta�as, islas y el piso abisal.

Entre los grandes dorsales o elevaciones de cadenas monta�osas volc�nicas destaca el sistema que recorre al Atl�ntico en toda su extensi�n, formando una franja, alrededor de la Tierra, de 60 000 kil�metros de longitud y de 800 a 4 000 kil�metros de ancho. Este sistema se inicia en la cuenca euroasi�tica del �rtico, pasa por Islandia y las Azores, en el Atl�ntico Sur; se dirige hacia el Este y da vuelta al sudeste de �frica hasta el Oc�ano �ndico; vuelve hacia el sur, para pasar por el sur de Australia, y cruza el Pac�fico sur y el oriental hasta las Islas Gal�pagos y el Golfo de California, ascendiendo hacia el Norte.

Otro elemento topogr�fico predominante del fondo oce�nico son las zonas de fractura o fallas, que consisten en cortes lineales que se presentan en los pisos y las llanuras abisales. El trazado de las fallas se mantiene constante y rectil�neo a lo largo de miles de kil�metros.

Generalmente, las fracturas est�n bordeadas por volcanes. Las cuatro mejor estudiadas son las que se extienden paralelamente entre s�, de Este a Oeste, a trav�s de 6 000 kil�metros en el noroeste del Pac�fico: la de Mendocina, Murray, Clarion y Clipperton, perpendiculares a la Gran Falla de San Andr�s, que corre desde el Golfo de Alaska hasta Centroam�rica. Esta falla, que es marina en su mayor parte, se adentra en California (Estados Unidos) y en Baja California (M�xico). Estas fallas son regiones s�smicas activas que se forman por el movimiento de las capas tect�nicas.



Figura 11. Las cuatro grandes fallas del Pac�fico.


Las fosas marginales y el sistema de arco insular constituyen otra estructura oce�nica, son arqueadas y poseen una cadena marginal de islas volc�nicas en su lado c�ncavo. Estas fosas submarinas se encuentran junto a los bordes de los continentes, como las de Java y las Aleutianas, o cerca de los grandes bloques insulares. Son escarpadas, su perfil tiene forma de V y su longitud alcanza cientos de kil�metros. Resulta curioso que, en todos los mares, tengan aproximadamente la misma profundidad. Su origen ha sido muy discutido, pero posiblemente tiene que ver con las alteraciones ocurridas en la corteza terrestre.

Con el empleo de nuevas t�cnicas de estudio y con el uso de batiscafos de investigaci�n, se han descubierto m�s fosas oce�nicas. A la fecha se tienen reportadas cuatro en el Atl�ntico, dos en el �ndico y 15 en el Pac�fico; es decir, en lugares de alta actividad s�smica. Uno de los m�s cl�sicos ejemplos lo constituye la Fosa de Tonga, situada entre las islas de Tonga y las islas de Samoa, en el Oc�ano �ndico; tiene unos 2 000 kil�metros de longitud, unos 100 kil�metros de anchura y de 10 a 11 kil�metros de profundidad.

En algunas de estas fosas, las l�neas de islas dispuestas en arco sobresalen de la superficie del agua formando los llamados arcos insulares, que son relativamente recientes, y cuyo origen se debi� a los movimientos de las capas tect�nicas. Por ejemplo, est� el arco de las islas Aleutianas, ubicado en el Pac�fico Norte, cerca del Mar de Bering; la Fosa de las Marianas, al sur de Jap�n, y el Arco del Caribe, en el Oc�ano Atl�ntico.

El piso de las fosas oce�nicas est� integrado por roca bas�ltica oscura de origen volc�nico. En las fosas cercanas a los continentes, esta roca es cubierta por sedimentos derivados de las masas de tierra contiguas; por ejemplo, est� el caso de la Fosa de Am�rica Central, localizada en el Pacífico Medio, y la de Per� y Atacama, en el Pac�fico Sur.

De todos los accidentes submarinos los m�s asombrosos son las grandes trincheras, los sitios m�s profundos del oc�ano. Es muy extra�o que las grandes trincheras se localicen principalmente cerca de la tierra, pues lo m�s l�gico ser�a encontrarlas en el centro del mar. Se asocian con las cadenas de islas y las cordilleras monta�osas que se levantan a lo largo de las orillas de los continentes, y reflejan las fuerzas tit�nicas que siguen modelando la Tierra.

Las trincheras son la consecuencia de ese levantamiento y agitaci�n de la corteza terrestre. Casi todas ellas se sit�an en el Pac�fico, sobre la l�nea de actividad volc�nica y s�smica. Mientras las cadenas monta�osas, se levantan, el fondo del mar se hunde.

La trinchera m�s profunda que se ha encontrado es la de las Marianas, que se halla en el oeste del Pacifico. Tiene una profundidad de 11 000 metros. Con el tiempo, los submarinos de las grandes profundidades nos dir�n mucho m�s sobre los fen�menos que dieron origen a estas trincheras oce�nicas.

En el fondo del mar se encuentran tambi�n los ca�ones submarinos, que son canales hendidos profundamente en la roca del fondo y los cuales constituyen uno de los principales enigmas cient�ficos. Se sabe que, en la tierra, las fuerzas de la erosi�n, el viento, la lluvia y las corrientes de los r�os han abierto los ca�ones, como el Gran Ca��n del r�o Colorado, pero en el oc�ano no existen estos factores de erosi�n.

En un principio se crey� que esos ca�ones hab�an sido abiertos por antiguos r�os en �pocas en que el nivel del mar era mucho m�s bajo que en la actualidad. Esa teor�a fue desechada, cuando se descubrieron ca�ones a miles de metros de profundidad, cuando result� imposible creer que el nivel del mar hubiera estado tan bajo.

Los ge�logos adoptaron otra teor�a, que no fue aceptada un�nimemente. Propuesta por el doctor Reginald A. Daly, de la Universidad de Harvard, dice que las "corrientes de turbiedad", enormes r�os de lodo que fluyen en el fondo del oc�ano, han abierto los ca�ones. Esas corrientes, que se mueven a velocidades de 30 a 80 kil�metros por hora, actuaron supuestamente en el fondo del mar como los r�os que corren sobre la tierra: arrastrando tanto arena cortante y grava como lodo blando, en un curso en el que se excavar�an grandes ca�ones. Sin embargo, todav�a se tiene mucho que estudiar sobre los ca�ones submarinos.

Sobre la superficie del fondo oce�nico tambi�n existen salientes que reciben el nombre com�n de monta�as oce�nicas las cuales se pueden diferenciar en tres tipos distintos: islas volc�nicas, monta�as marinas y guyots.

Las islas volc�nicas son elevaciones aisladas generalmente alejadas de los continentes, y posiblemente originadas debido a la segmentaci�n de las grandes cordilleras. Su parte m�s elevada sobresale de la superficie del mar, y se diferencian de las islas continentales por ser de menor tama�o.

Existen picos colosales que se levantan desde las profundidades. El mayor es el de la Isla Mauna Kea, en Hawai, que tiene 9 450 metros desde el fondo del mar hasta su cima, y el cual sobresale 4 250 metros de la superficie de las aguas.

Las monta�as marinas son elevaciones que alcanzan m�s o menos un kil�metro de altitud, y se pueden encontrar aisladas o en grupos de 10 a 100. Son m�s abundantes en el Oc�ano Pac�fico que en el Atl�ntico. Algunos ge�logos marinos estiman que existen 20 000 en todos los mares y que se originaron a ra�z del hundimiento de volcanes provocado por movimientos de la corteza terrestre.

En la zona situada entre la costa de Nueva Inglaterra, donde se localiza el Banco de Georges y las Bermudas, se encuentra una de las mayores agrupaciones de monta�as marinas. Si estas elevaciones son de cima plana reciben el nombre de guyots, y posiblemente tienen el mismo origen que las monta�as marinas. Se supone que fueron islas que se sumergieron, pero esta teor�a es todav�a muy discutida. En la actualidad s�lo se conocen unos cuantos cientos de ellos, la mayor�a en el Oc�ano Pac�fico. Algunos muestran formaciones coralinas, como los del Archipi�lago Tuamotu, en el Oc�ano Pac�fico meridional, entre Australia y Am�rica del sur.

Las regiones planas que se encuentran en el fondo del oc�ano entre las formaciones topogr�ficas representan al llamado piso abisal, que tiene una inclinaci�n muy ligera, menor de un metro por cada 1 000 metros; se hallan en profundidades de 5 000 a 10 000 metros, como los planos abisales que se localizan a los lados de los dorsales atl�nticos. Su origen es muy discutido, y para determinados autores su formaci�n se debi� a la influencia de grandes vol�menes de lava solidificada que se escurri� sobre el lecho oce�nico; para otros, son el resultado de un proceso de sedimentaci�n continua.

En las �ltimas d�cadas han sido descubiertas en los fondos oce�nicos unas salientes rocosas en forma de tubos con paredes de aspecto esponjoso, de color amarillento naranja, que lanzan por su boca una columna de humo negro-gris�ceo que llegan a alcanzar hasta 50 metros de altura. Son las llamadas chimeneas o fumarolas. Fueron localizadas en varias regiones del oc�ano. Las que se encontraron en las Islas Gal�pagos y en la falla Rivera-Tamayo a 21� Norte en la entrada del Golfo de California han sido muy estudiadas.

En las salidas o bocas de estas chimeneas se concentran temperaturas muy altas, que van de los 350 a 570� C, aunque la temperatura del agua en esa zona es de 2� C. La presi�n con que sale la columna de humo debe ser muy fuerte, pues logra vencer las 250 atm�sferas que se tienen a 2 700 metros de profundidad.

El humo contiene sulfuros y metales como el zinc y el hierro, por lo que se piensa que pudieran ser fuentes futuras de estos minerales.

En un di�metro de 30 metros alrededor de una chimenea se han descubierto abundantes organismos, como pogon�foros, ostras, ofi�ridos, poliquetos y esponjas, todos de mayor tama�o que los que viven en otras zonas del oc�ano.



Figura 12. Chimenea en al Oc�ano Pac�fico mexicano.


Hoy es evidente que las crestas de los dorsales, las fracturas y los sistemas de fosas se caracterizan no s�lo por su topograf�a, sino por otros fen�menos f�sicos, como los terremotos. Esta actividad s�smica se genera a poca profundidad, desde 10 hasta 20 kil�metros, a lo largo de las crestas de los dorsales y sus fracturas, mientras que en los sistemas de fosas se producen a cualquier profundidad, hasta un m�ximo de 70 kil�metros.

Como se ha visto, la imagen del fondo del oc�ano est� constituida por escarpadas monta�as, depresiones y fallas; paisaje cuyos perfiles son considerablemente m�s contrastados y escarpados que los continentales. Existe una explicaci�n: desde sus or�genes, las monta�as de la Tierra han estado expuestas a la erosi�n, los efectos del agua y del viento, de las heladas y del calor, lo que las ha desgastado poco a poco. Por lo contrario, las masas rocosas de los oc�anos se levantan en lugares donde no hay estaciones ni grandes diferencias de temperatura, y donde, por consiguiente, no ha habido destrucci�n.

En un futuro, las investigaciones que se han hecho permitir�n no s�lo evaluar los tiempos de la contracci�n y destrucci�n de la corteza, en los sistemas monta�osos y de fosas, sino tambi�n comprender mejor la distribuci�n y la causa de los terremotos. A su vez, esto podr� ayudar a alcanzar esa meta fundamental: la predicci�n de los movimientos tel�ricos. Los trabajos de los hombres de ciencia han puesto al descubierto muchos de los secretos de la historia geol�gica del oc�ano.

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