AP�NDICE I

CONCEPCI�N CIENTIFICISTA DEL SIGLO XIX

En el cap�tulo I de la presente obra hemos tratado de observar el ambiente cultural y cient�fico de la �poca en que se da a conocer el descubrimiento de la �smosis. La concepci�n del mundo que ten�an los cient�ficos formaba parte importante del ambiente cient�fico. Esto parece ser producto de las grandes dificultades que ten�an los qu�micos y los bi�logos para interpretar los fen�menos observados en sus experimentos.

Claro est� que estas ciencias, qu�mica, biolog�a y fisicoqu�mica, eran incipientes y sus m�todos propios y leyes fundamentales se hallaban en formaci�n; de manera que los primeros cient�ficos de este periodo carec�an de la orientaci�n objetiva de su propia ciencia y, por lo mismo, no ten�an un marco racional al cual referir sus observaciones. As� pues, la �nica gu�a interpretativa de los cient�ficos del siglo XIX para la fundamentaci�n de estas nuevas disciplinas fue la "concepci�n cientificista del universo". Esta surge del impacto que la mec�nica de Newton caus� en el ambiente cient�fico de los siglos XVII, XVIII y del que nos ocupa. La ciencia de la mec�nica al describir el movimiento de los cuerpos y predecirlos dio un contundente ejemplo de lo que debe ser una ciencia.

No obstante, el impulso cient�fico es avasallador y traspasa la frontera de lo medible y la experimentaci�n; veamos lo que al respecto nos comenta Jos� Ortega y Gasset:
"La interpretaci�n mec�nica del mundo triunfante de Newton ten�a por fuerza que llevar el intento de someterle toda la realidad, por eso se ensaya a fines del siglo XVII y durante todo el XVIII, en Inglaterra y Francia, extenderlo a lo humano."

Es decir, la pretensi�n de sumisi�n de todo hecho humano y en general de toda la realidad a un modelo mec�nico era un asunto que tomaba forma en la mente de los intelectuales desde mucho antes del momento hist�rico que nos ocupa. Se ha hablado del fracaso de la concepci�n de un mundo regido por excelencia en leyes que regulan el orden moral y la conducta humana. Sin embargo, en la formaci�n de las ciencias del siglo XIX la ideolog�a cientificista es un punto decisivo, puesto que es por su influjo como se desarrollar� la medicina cient�fica, la fisiolog�a y la fisicoqu�mica.

Ahora entendemos la raz�n de este hecho, y es que detr�s de la concepci�n cient�fica del mundo est� la unidad de las ciencias, por lo menos las que aplican el m�todo cient�fico de la experimentaci�n.

Uno de los m�ximos exponentes de la concepci�n cientificista en Alemania fue Carl Ludwig (1816-1895), creador de la escuela fisicoqu�mica de fisiolog�a en Alemania, y maestro de 200 cient�ficos que destacaron en medicina y fisiolog�a; y por ello su influencia traspasa el siglo y las fronteras de su pa�s.

Ejemplo de los alumnos de Ludwig es el pat�logo norteamericano William Welch (1850-1934), quien jug� un papel importante en la introducci�n de la pr�ctica m�dica moderna y la educaci�n de la medicina cient�fica en los Estados Unidos.

Tambi�n tenemos como ejemplo a Henri Bowditch (1840-1911) fisi�logo norteamericano que formul� la ley de la respuesta muscular y demostr� la infatigabilidad de los nervios.

Otros casos sobresalientes de la concepci�n cientificista en la �poca lo son, Fick, que descubri� la ley de la difusi�n y Dutrochet, el fen�meno de la �smosis.

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