APÉNDICE 3

CARTA DE EINSTEIN AL PRESIDENTE ROOSEVELT

En la página siguiente se reproduce la carta que, por sugerencia de Szilard, Einstein envió al presidente F. D. Roosevelt en agosto de 1939; a continuación se da la transcripción al español. Incidentalmente, es interesante comentar que el original de esta carta fue subastado en fecha reciente (diciembre de 1986) en Nueva York por la cantidad de 220 mil dólares; el comprador fue un particular.

Albert Einstein
Old Grove Rd.
Nassau Point
Peconic, Long Island
Agosto 2, 1939


F. D. Roosevelt,
Presidente de los Estados Unidos,
Casa Blanca
Washington, D.C.


Señor:

Un trabajo realizado recientemente por E. Fermi y L. Szilard, que he conocido en forma de manuscrito, me lleva a suponer que el elemento uranio puede ser transformado en una nueva e importante fuente de energía en el futuro inmediato. Algunos aspectos de la situación que se ha presentado parecen demandar atención y, en caso necesario, de acción rápida por parte de la Administración. Creo por lo tanto que es mi obligación poner a su atención los siguientes hechos y recomendaciones:

Facsímil de la carta de Einstein al presidente Roosevelt.

En el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho probable —mediante el trabajo de Joliot en Francia y de Fermi y Szilard en Norteamérica —la posibilidad de efectuar una reacción nuclear en cadena en una masa grande de uranio, por la cual serían generados un enorme poder explosivo y grandes cantidades de nuevos elementos radiactivos.

Por ahora parece casi seguro que esto podría lograrse en el futuro inmediato.

Este nuevo fenómeno podría conducir también a la construcción de bombas, y es concebible —aunque mucho menos seguro— que bombas extremadamente poderosas de un nuevo tipo puedan así ser construidas. Una sola bomba de este tipo, transportada por barco y detonada en un puerto, podría destruir totalmente el puerto y parte del territorio aledaño. Sin embargo, bien podría suceder que tales bombas resultaran demasiado pesadas para su transportación por aire.

Los Estados Unidos poseen sólo minerales muy pobres en uranio y en cantidades reducidas. Existen yacimientos excelentes en Canadá y en la antigua Checoslovaquia, mientras que la fuente más importante de uranio es el Congo Belga.

En vista de esta situación, puede considerar conveniente mantener algún contacto permanente entre la Administración y el grupo de físicos dedicados al estudio de las reacciones en cadena en Norteamérica. Una forma de lograr esto podría ser que asignara esta tarea a alguna persona de su confianza, quien posiblemente podría actuar de manera extraoficial. Sus tareas podrían incluir las siguientes:

a) Establecer relaciones con los diversos Departamentos de Gobierno, mantenerlos informados sobre los futuros desarrollos y proponer líneas para las acciones del Gobierno, prestando atención particular al problema de asegurar una fuente de minerales de uranio a los Estados Unidos.

b) Acelerar el trabajo experimental que al presente es realizado dentro de los límites que fijan los presupuestos de los laboratorios universitarios, proporcionando fondos, si tales fondos son requeridos, mediante sus contactos con las personas privadas que deseen contribuir a esta causa, y quizá también obteniendo la cooperación de los laboratorios industriales que poseen el equipo adecuado.

Tengo entendido que Alemania ha suspendido la venta de uranio de las minas checoslovacas que ha ocupado. Que haya tomado esta temprana decisión probablemente debiera entenderse tomando en cuenta que el hijo del subsecretario de Estado alemán Von Weizacker, pertenece al Instituto Kaiser Wilhelm de Berlín, donde se está actualmente rehaciendo parte del trabajo norteamericano sobre el uranio.

Sinceramente suyo. (f i r m a)

(Albert Einstein)

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