EP�LOGO

El t�tulo de este libro promete dar a conocer a una estrella. Sin embargo, a lo largo de sus p�ginas el lector habr� encontrado que por cada respuesta satisfactoria aparecen muchas nuevas cuestiones sin resolver; casi cada aspecto del Sol tratado aqu� ha terminado en interrogantes y esperanzas futuras para su soluci�n. Seguramente nuestras dudas respecto al Sol son ahora muchas m�s y m�s profundas que las que pudieron inquietar la mente de los griegos; pero eso se debe a que tambi�n sabemos mucho m�s. El camino de la ciencia es un camino de preguntas y respuestas sin final, pues cada respuesta trae consigo nuevas preguntas.

Hemos visto c�mo el hombre ha subido a las monta�as, se ha enterrado en profundas minas, ha hecho expediciones a puntos lejanos de nuestro planeta y se ha lanzado al espacio tratando de conocer mejor a nuestra estrella. �Qu� no har� en el futuro?... Algo que con seguridad no har� ser� renunciar. La ciencia es una eterna aventura y siempre habr� aventureros dispuestos y deseosos de correrla.

Muchos nombres hemos mencionado en estas p�ginas, pero muchos, muchos m�s hemos omitido. No queremos contribuir a perpetuar la idea equivocada de que la ciencia la hacen unos cuantos. La ciencia requiere del trabajo de muchos, que si bien no pasan a los libros de historia, son indispensables para hacer posible la tarea de la ciencia; que si bien no son aquellos que hacen el descubrimiento trascendental, ni son los primeros que tienen la idea integradora, s� forman parte del equipo que ayuda a reunir la informaci�n suficiente para permitir que �stos ocurran. La ciencia es una actividad colectiva, mucho m�s ahora que nunca antes y no podemos vislumbrar un futuro en el que esto deje de ser as�.

Finalmente queremos cerrar este libro destacando otra caracter�stica del quehacer cient�fico que esperamos haya sido transmitida a trav�s de estas p�ginas: el definitivo valor de la paciencia, la tenacidad y la pasi�n. No es el "genio" (cualquier cosa que esto sea) lo que ha hecho avanzar a las ciencias. Por supuesto que una mente l�cida y �gil no estorba en la labor cient�fica, pero �sta sola, sin el esfuerzo insistente y fervoroso, no lleva a ninguna parte. Dec�a Edison que el "genio" se construye con un 1% de inspiraci�n y un 99% de transpiraci�n. Si hemos de entender al genio de esta manera, entonces s�, la ciencia y todas las grandes empresas de la humanidad han sido y ser�n obras de genios.

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