LA MEDICINA CIENTÍFICA DEL SIGLO XIX EN ILUSTRACIONES

Figura 1. Philipe Pinel escribió una Nosografía filosófica en la que dividió las enfermedades en clases, órdenes, géneros y especies, a la manera de los botánicos. Pinel es el eslabón entre esta manera de estudiar y clasificar las enfermedades y la que toma en cuenta, fundamentalmente, la lesión anatomopatológica.

Figura 2. Xavier Bichat dio un paso adelante con respecto a su maestro Pinel al construir una nosografía con bases anatomopatológicas.

Figura 3. Ahora, el reto era descubrir la lesión anatomopatológica por medio de la exploración física. A ello contribuye Nicolas Corvisart al divulgar la percisión clínica.

Figura 4. El estetoscópio (a), aparato ideado por René T. J. Laennec (b), permitió "ver" a través del signo físico de carácter acústico (estertores, soplos) la alteración anatomopatológica intratorácica.

Figura 5. El doctor Manuel Eulogio Carpio reunió en un solo libro su traducción de los Aforismos de Hipócrates y la de un artículo sobre el pectoriloquio o estetoscopio (figuras 6 y 7). Unía así, alrededor de los años veinte del siglo XIX , la medicina antigua y la moderna.

Figura 6.

Figura 7.

Figura 8. Franñois J. Broussais. Su Medicina fisiológica fue conocida en México. Su terapéutica consistía en recetar "sanguijuelas y sangrías, y que el enfermo no coma".

Figura 9. En octubre de 1833 se funda el establecimiento de Ciencias Médicas. Ahí se enseñaría la medicina moderna.

Figura 10. Convento de Belem. Primera sede del Establecimiento de Ciencias Médicas.

Figura 11. Franñois Magendie, fundador de la fisiología moderna. Manuel Eulogio Carpio, profesor de la materia en el Establecimiento de Ciencias Médicas, seguía como texto los Principios de fisiología de Magendie.

Figura 12. El doctor Miguel Francisco Jiménez es el fundador de la clínica moderna mexicana. Conocedor profundo de los trabajos de Laennec (véase Figura 13) y del resto de la literatura médica, pudo estructurar el conocimiento anatomoclínico del absceso hepático, distinguir el tifo de la tifoidea, etc.

Figura 13.

Figura 14. En las salas del Hospital de San Andrés el doctor Jiménez enseñó clínica científica a varias generaciones de médicos mexicanos.

Figura 15. En 1856, la Escuela de Medicina se instaló en el que fuera edificio de la Inquisición. Cien años más tarde se mudaría a la Ciudad Universitaria.

Figura 16. La creación de los Institutos Médico Nacional y Patológico impulsó el desarrollo de la medicina científica. Para entonces, la Patología celular de Rudolf Virchow (véase Figura 17) había situado en la célula la lesión anatomopatológica.

Figura 17.

Figura 18. La historia médica mexicana, desde la época prehispánica hasta mediados del siglo XIX. Esta obra, publicada en tres volúmenes por Francisco de Asís Flores y Troncoso (foto), con prólogo de médico positivista Porfirio Parra, apareció en 1886.