CONTRAPORTADA
Verdaderos animales desconocidos son los ácaros, que forman parte del grupo más antiguo y numeroso, los artrópodos, que ha existido desde que apareció la vida sobre la Tierra. Se les califica de desconocidos porque, aunque, los científicos han calculado que existe más de un millón de especies, que tienen comportamientos muy diversos y habitan en los lugares más insólitos, es poco lo que se sabe sobre su biología. Esto se debe seguramente a su tamaño: muchos de ellos son microscópicos y las formas más grandes son las garrapatas que, repletas de la sangre ingerida de los animales que parasitan, llegan a medir 3 cm de longitud.
El promedio de los ácaros mide entre .5 y 2 mm. Los más conocidos son, en consecuencia, los que se han constituido en plagas para el hombre y sus animales domésticos y que en México reciben el nombre de "pinolillo", "corucos", "conchudas" y "turicatas", denominación ésta última que ganó ya relieve literario, pues aparece en uno de los pasajes más complejos y bellos de la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo.
Dotados de una capacidad infinita de adaptación, los ácaros se encuentran distribuidos por todo el mundo y en todos los medios conocidos. Así, hay especies terrestres y acuáticas; las hay que habitan a más de 5 000 m de altura o en los abismos marinos; otras resisten las altas temperaturas de los manantiales termales o las heladas aguas de los mares árticos. Sin embargo, los sitios más poblados de ácaros son las zonas cubiertas de musgo y la hojarasca revuelta con tierra suelta de bosques y praderas, donde constituyen del 70 al 90% de la población del suelo. Se ha mencionado ya también a las capacitadas para vivir como parásitos del hombre y los animales e incluso de los insectos.
"En México apunta el doctor Juan Luis Cifuentes en el Prólogo, la doctora Anita Hoffmann, profesora titular de tiempo completo de la Facultad de Ciencias de la
UNAM,
investigadora brillante de tenaz voluntad, maestra auténtica y persona de carácter estricto pero bondadoso, inició el estudio de este maravilloso grupo de animales al crear, en 1965, el Laboratorio de Acarología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. Posteriormente, en 1973, fundó el Laboratorio de Acarología de la Facultad de Ciencias de laUNAM,
en donde ha formado un grupo de colaboradores de alto nivel académico."Quién mejor, entonces, que la doctora Hoffmann para contar las maravillas de estos diminutos animales. Además de mostrar su profundo conocimiento del tema, la autora comunica sus conocimientos, de manera muy clara, y a la vez entretenida sobre estos "animales desconocidos" con los que el hombre tiene contacto diario aun sin saberlo.
Diseño: Carlos Haces
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