I. LOS PRODUCTOS QUE EL HOMBRE OBTIENE DEL MAR

EN LA actualidad, el oc�ano representa para la humanidad la mayor fuente de recursos naturales sobre el planeta; entendi�ndose por recursos naturales todos los materiales qu�micos, componentes geol�gicos, suelo, agua, seres vivos, asociaciones biol�gicas y poblaciones humanas que forman parte de la naturaleza y que brindan al hombre posibilidades de vida y bienestar, y que son fundamentales para establecer la riqueza de la econom�a de los pa�ses.

Seg�n sus caracter�sticas, los recursos naturales pueden ser no renovables, es decir, aquellos que una vez explotados se agotan y no pueden regenerarse. A �stos pertenecen los inorg�nicos y los no vivos o abi�ticos como el petr�leo y el carb�n; y renovables, que tienen la posibilidad de recuperarse por medio de la reproducci�n de los seres vivos que los forman. Los recursos renovables tambi�n reciben el nombre de bi�ticos.

A fines del siglo pasado, como consecuencia del aumento de la poblaci�n humana y del desarrollo industrial, los recursos terrestres empezaron a disminuir y algunos se agotaron, por lo que la humanidad se vio obligada a buscar nuevas fuentes de ellos, pensando en el oc�ano, que por ese tiempo se consider� como una reserva ilimitada debido a que tanto en las regiones costeras como del mar abierto y en su fondo cuenta con gran cantidad de recursos renovables como los pesqueros y no renovables como el petr�leo submarino y los minerales.

Los recursos pesqueros y los energ�ticos fueron los primeros que se explotaron en el oc�ano; sin embargo, en los inicios del siglo XX se comenz� a pensar en la utilizaci�n de otros recursos marinos, como la energ�a de las mareas y del oleaje capaz de ser transformada en electricidad; tambi�n surgieron varios proyectos que pretend�an aprovechar la energ�a electromagn�tica acumulada en forma de calor en las masas de agua oce�nica, y en la segunda mitad del presente siglo, simult�neamente al conocimiento te�rico, se desarroll� la explotaci�n pr�ctica de estos recursos, construy�ndose las primeras plantas industriales dedicadas a aprovecharlos.

Entre los recursos no renovables que interesan al hombre se encuentra la obtenci�n de "agua dulce" a partir del agua del mar; se observa que los m�todos para lograrlo evolucionan r�pidamente, aunque todav�a no se pueda precisar cu�ndo podr� obtenerse de manera costeable, para contar con vol�menes que permitan regar y fertilizar las zonas des�rticas del planeta. T�cnicos de diferentes partes del mundo est�n trabajando para poder dise�ar y construir las plantas desalinizadoras capaces de producir varios millones de litros de agua potable diariamente para beneficio de la comunidad humana.




Figura 1. Planta desalinizadora.

Otros productos no renovables del mar son los compuestos qu�micos que en la actualidad se aprovechan poco, debido a que est�n muy diluidos en el agua y, por lo mismo, no es costeable su extracci�n; aunque en un futuro pr�ximo lo ser�, ya que cada vez se necesita m�s obtenerlos del oc�ano porque las reservas terrestres de algunos de estos compuestos est�n casi agotadas y se piensa que no durar�n m�s de 50 a�os si se mantiene el ritmo de utilizaci�n.

Por esta raz�n se trabaja para poder dise�ar los m�todos de concentraci�n de los minerales que est�n disueltos en las aguas del oc�ano, y as� obtener compuestos qu�micos que sustituyan completamente a los terrestres. De estos elementos disueltos, s�lo se aprovechan en la actualidad la sal com�n y el magnesio, el bromo y el potasio en peque�as cantidades, pero las reservas potenciales de algunos minerales disueltos como cobre, uranio, oro, etc�tera, a�n no se utilizan.

De la corteza del planeta que est� cubierta por las aguas oce�nicas, se est� iniciando la extracci�n de sustancias minerales �tiles que se localizan tanto en el fondo de las aguas superficiales como profundas. Se estima que el porvenir de la miner�a est� asegurado, si se logra crear la tecnolog�a que permita aprovechar los minerales de los fondos marinos para sustituir los yacimientos minerales continentales, considerando al mar como un campo minero nuevo, que ha sido reservado por la industria minera.

Estos recursos mineros se depositan en las playas, en las plataformas y taludes continentales, y en los fondos profundos del mar; otros forman los filones minerales diseminados por todo el oc�ano. Entre esta riqueza mineral submarina, se distinguen en las playas el cromo, el esta�o y el hierro, formando las arenas negras de minerales pesados llamadas "placeres", y el oro, la plata y platino, que constituyen concentraciones de metales de costo elevado.

En el fondo de la plataforma continental se localizan concentraciones y cristales de barita, gravas diamant�feras muy abundantes en algunos lugares como Sud�frica, arenas de glauconita de potasa, n�dulos de fosfato y conchas de moluscos que forman una considerable concentraci�n de carbonato de calcio.

En los fondos profundos del oc�ano se depositan grandes cantidades de restos vegetales y animales con elementos minerales, como es el caso de la tierra de diatomeas que tiene abundante �xido de silicio y que es usada para construir filtros de agua y para producir explosivos.

Tambi�n se localizan en estos suelos oce�nicos dep�sitos con restos de animales ricos en cobre, plomo, cinc, cromo, etc�tera, o los fangos de globigerinas, peque�os animales del grupo de los foramin�feros que aportan riqueza en carbonato de calcio; los n�dulos de manganeso de los que se piensa que el mar tiene unos diez billones de toneladas; las esf�rulas de ferron�quel y las arcillas rojas que contienen aluminio, cobre y cobalto.

Entre los productos que se obtienen de los fondos del mar est�n, adem�s, los energ�ticos como el petr�leo, el gas y los derivados del petr�leo que son los principales productores de energ�a en el mundo actual en el planeta; sin embargo, las investigaciones desarrolladas indican que para el a�o 2 000 ser� necesario encontrar una cantidad de petr�leo equivalente a una y media veces el que se ha explotado en los �ltimos cien a�os. Tomando en cuenta las reservas de estos energ�ticos en las zonas costeras y en las plataformas continentales, se estima que no deben agotarse las existencias mundiales de combustibles en este siglo. La explotaci�n de petr�leo y de gas en la zona marina alcanza cada d�a un mayor impulso y son las plataformas continentales las que acaparan el inter�s de los pa�ses para desarrollar su industria petrolera marina.

La extracci�n de otro combustible, el carb�n mineral, del oc�ano es m�s antigua que la del petr�leo y del gas. El carb�n forma yacimientos en fondos marinos an�logos a los continentales y, en muchos casos, son continuaci�n de �stos; actualmente su explotaci�n s�lo puede realizarse en las plataformas continentales no muy profundas como las del Jap�n, donde se arregla formando capas de carb�n horizontales, inclinadas y verticales que oscilan entre 60 cent�metros y 10 metros de grosor. Otros pa�ses que extraen carb�n de yacimientos submarinos son Inglaterra y Chile.

Respecto al aprovechamiento de los combustibles nucleares por medio de la miner�a submarina, se deber�n incrementar los estudios que permitan un manejo racional de este recurso para, en su tiempo, sustituir a los otros energ�ticos en caso de que pudieran agotarse, concretamente al petr�leo y al gas natural.



Figura 2. Costas con amplitudes de marea mayores de 5 metros.

Un recurso no renovable importante en el oc�ano es el fen�meno de la marea, movimiento del agua del mar por el que las orillas del continente quedan cubiertas o descubiertas en intervalos de tiempo particulares; por ejemplo, en las costas de Francia se presentan diariamente dos pleamares y dos bajamares, mientras que en las de Asia, s�lo se presenta una cada 24 horas.

La amplitud de la marea, o diferencia de nivel entre una pleamar, es decir cuando el mar avanza sobre la costa, y cuando se retira o bajamar, consecutivas, cambia: en las costas atl�nticas del Canad� puede sobrepasar los 19 metros, mientras que en el Mediterr�neo s�lo alcanza unos cuantos cent�metros. En ocasiones la amplitud de las mareas se incrementa por un alineamiento poco frecuente del Sol, la Luna y la Tierra, que generalmente se presenta cada 20 a�os, como sucedi� la �ltima semana de 1986 y la primera de 1987.

En el alineamiento citado la Luna, al pasar casi directamente entre el Sol y la Tierra, produjo una marea viva excepcionalmente alta al sumarse la atracci�n del Sol a la de la Luna. Estas mareas, consideradas como las mareas m�s altas del siglo, se presentaron principalmente en la costa este de los Estados Unidos.

Estos cambios en la intensidad de las mareas han sido aprovechados para producir energ�a y la idea de utilizarla data del siglo XII, en que se construyeron los "molinos de marea" para moler trigo o para fabricar hielo. En la actualidad, se han formado las "centrales mareomotrices" en las que grandes turbinas y alternadores producen energ�a el�ctrica utilizando la energ�a de la marea.

Los recursos naturales renovables que se encuentran en el oc�ano son los que, hasta la fecha, casi exclusivamente se han explotado a trav�s de la pesca. Estos recursos biol�gicos que se han sacado del mar representan s�lo parte de los que el oc�ano almacena y que siguiendo ciertas leyes se han repuesto a un ritmo determinado que depende de las condiciones ambientales del lugar, as� como de las caracter�sticas de la propia especie.

En la segunda mitad del presente siglo la pesca ha experimentado un incremento considerable, lo que hace pensar a los t�cnicos y cient�ficos que se dedican a su estudio que se podr�a encontrar cerca de su l�mite de explotaci�n, y, por lo tanto, se han empezado a aplicar medidas para la conservaci�n y cultivo de algunas especies.

Los recursos vegetales del oc�ano son explotados con �xito en las costas de Oriente, en donde por tradici�n se utilizan las algas como un importante componente de la dieta alimenticia de sus pueblos. La inmensa mayor�a de las algas son tan ricas en prote�nas y en gl�cidos como las plantas superiores, presentando tambi�n alto contenido en sales minerales y elementos qu�micos, generalmente escasos en la vegetaci�n terrestre, como el yodo; adem�s, contienen abundantes vitaminas, sobre todo A y C, y en casos particulares D y E.

Las algas tienen gran inter�s y futuro en la alimentaci�n del ganado, por lo menos en los pa�ses no muy alejados de la costa; como resultado de numerosas investigaciones se ha comprobado que es �til a�adir una proporci�n del 10% de harina de algas a los forrajes de los animales dom�sticos. En las costas donde el mar es rico en algas, se acumulan gran cantidad de fragmentos de ellas arrastrados por el oleaje, sobre todo algas rojas y pardas, ricas en sustancias minerales, por lo que han sido utilizadas como excelentes abonos en agricultura.

Las algas tambi�n han sido aprovechadas para la obtenci�n de productos industriales como sosa y potasa y, m�s recientemente, para obtener yodo y bromo, sustancias que se emplean adem�s en la industria farmac�utica. En la actualidad, se aprovechan adem�s en la preparaci�n de alginatos; entre los m�s usados se encuentra el agar, o agar-agar, que se extrae del alga del g�nero Gelidium, que en biolog�a se usa para dar consistencia a los medios de cultivo para las bacterias y hongos, y la industria que fabrica dulces y la farmac�utica lo utilizan en cantidades importantes.

Estas caracter�sticas de las algas y de otros vegetales marinos han estimulado su explotaci�n, alcanz�ndose en nuestros d�as una producci�n de 3 millones de toneladas anuales.

La pesca tambi�n permite al hombre obtener los recursos animales del oc�ano; anta�o s�lo se explotaban las aguas litorales y �nicamente algunos pa�ses, tradicionalmente pesqueros, contaban con embarcaciones para realizar esta actividad en aguas lejanas; en la actualidad se ha incrementado el inter�s por las aguas de mayores profundidades al conocerse la existencia de recursos aprovechables comercialmente.

Asimismo, muchos pa�ses buscan en la pesca no s�lo una fuente de prote�nas para la nutrici�n adecuada de sus habitantes, sino una manera de crear empleos para una poblaci�n cada vez mayor; tambi�n con la actividad pesquera tratan de obtener mayores divisas y, por lo tanto, constantemente est�n aumentando sus flotas y capacitando a sus pescadores para llegar a caladeros lejanos y explorar nuevas zonas y recursos y as� incrementar sus capturas.

El total de la captura mundial, seg�n datos de la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n, FAO, es de 70 millones de toneladas anuales y se espera que para el a�o 2 000 se capturen 130 millones de toneladas; este incremento en 51 millones tiene que ser a costa de nuevas especies que en la actualidad no se aprovechan para el consumo humano y, adem�s, se tiene que desarrollar un mayor n�mero de programas de acuicultura, que permitan aumentar las reservas bi�ticas del mar y de las lagunas litorales.

La explotaci�n de los recursos biol�gicos marinos aumentar� en el futuro por un notable mejoramiento t�cnico que est�n experimentando los medios de captura y los equipos de localizaci�n de los animales marinos. Las artes de pesca son constantemente estudiadas para mejorar su eficacia y se tiende a la utilizaci�n de artes de arrastre que puedan ser remolcadas tanto junto al fondo como a media agua, permitiendo perseguir a los organismos en todo momento y no s�lo cuando se encuentran a determinada profundidad. Otro adelanto en el manejo de las artes de pesca que se traduce en incremento de captura, es la automatizaci�n de los equipos de los barcos, para mayor facilidad en la maniobra y aumento en el n�mero de lances del arte. La pesca a base de equipo electr�nico se ha incorporado a las operaciones actuales y es otra de las causas del progreso.

Los sistemas de detecci�n de los card�menes de peces, como los radares que permiten situar a la embarcaci�n y los sonares y las ecosondas con los que se ubica a estos card�menes, permiten incrementar la captura; siendo especialmente importantes para lograr que la pesca sea programada seg�n mapas de m�xima abundancia, estructurados con la informaci�n colectada con estos aparatos.

La explotaci�n de los recursos vivos del mar se tiene que ampliar hacia otras especies y no s�lo a peces, crust�ceos, moluscos y mam�feros como se ha venido realizando. Se sabe que la producci�n de los mares se inicia con el plancton y que la cantidad de materia org�nica que representa, asciende a cientos de miles de toneladas; esta cifra obliga a pensar en su utilizaci�n para la alimentaci�n humana.

Hasta el momento, el plancton solamente ha sido considerado como una importante fuente de alimento para otros organismos que luego son pescados por el hombre; aunque ya se han iniciado los esfuerzos para que el hombre lo consuma directamente, pero a pesar de haber ensayado varios sistemas, es dif�cil alcanzar este objetivo, principalmente por problemas de origen econ�mico, ya que el filtrado del agua para concentrar plancton tiene costos muy elevados. Sin embargo, hoy d�a varios pa�ses desarrollados y en v�as de desarrollo como la Uni�n Sovi�tica, Jap�n, Chile y Noruega aprovechan los euf�usidos, peque�os animales del zooplancton. Por ejemplo, en Chile desde 1970 se utiliza la prote�na que se extrae de estos organismos para preparar leche artificial.

Uno de los procedimientos para aumentar el rendimiento de los recursos marinos es la acuicultura, que est� considerada como el camino que seguir�n los pa�ses para aumentar las posibilidades de solucionar el problema de la falta de prote�nas. El cultivo de moluscos como ostras y mejillones en las lagunas litorales est� totalmente dominado y se obtienen varios cientos de miles de toneladas por este medio en todo el mundo; se empieza a lograr el cultivo de crust�ceos como el camar�n y de peces marinos como los guachinangos.

Adem�s de estos recursos vivos del mar que el hombre utiliza como alimento, se ha iniciado la extracci�n de una serie de compuestos qu�micos a partir de los animales marinos. Algunas de estas sustancias est�n destinadas a usos farmac�uticos; por ejemplo, las prostaglandinas, que son reguladores hormonales, se obtienen de los gorg�nidos o abanicos de mar; de las esponjas marinas se extrae una soluci�n que en proporciones de 10 y 100 partes por mill�n tiene una fuerte actividad antibi�tica contra cierto tipo de bacterias, como algunos Stafiloccocus aureus que, hasta hace poco tiempo, representaban un problema en los centros m�dicos, por su resistencia a los antibi�ticos conocidos. Tambi�n se han aislado algunas sustancias inhibidoras del crecimiento de tumores malignos como las que se extraen de la almeja, no present�ndose toxicidad aparente en los animales tratados de manera experimental.

El hombre, aprovechando muchos de los organismos que habitan en el oc�ano, confecciona collares, pulseras, aretes, camafeos a partir de diferentes tipos de coral que van desde el rojo hasta el negro; o bien, utiliza conchas o fragmentos de ellas, y a su vez, cultiva organismos marinos para producir las apreciables perlas. Con todo esto, ha creado la ahora importante industria de la joyer�a con productos del mar.

Las posibilidades que el mar le ofrece a la humanidad en cuanto a los productos que puede obtener de �l son incalculables, pero no hay duda de que es necesario proseguir una serie de estudios que permitan hacer una explotaci�n racional de los oc�anos y, as�, aprovechar sus recursos con la finalidad de un beneficio com�n, ya que la riqueza marina es propiedad de toda la especie humana.

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