CONTRAPORTADA
Una vez resueltas las necesidades de alimento y habitaci�n, seguramente que entre las siguientes cuestiones que el hombre se plante� estuvo la de saber en qu� lugar estaba, qu� forma, qu� dimensiones ten�a su entorno. Las soluciones fueron numerosas, simplistas y complicadas, como lo muestra la cosmogon�a de los pueblos antiguos. Pero si las preguntas sobre el planeta comenzaron a formularse desde un principio, las respuestas a la gran mayor�a de ellas s�lo han comenzado a darse en nuestro tiempo, en el momento en que se plantean multitud de nuevas interrogantes nacidas del avance notable de la ciencia, y con base en este progreso, en El tercer planeta se abordan tres temas de estudio fundamentales para el conocimiento de la Tierra: edad, estructura y composici�n. En nuestros d�as los sat�lites artificiales proporcionan informaci�n valiosa sobre la Tierra y el Sistema Solar, y la ciencia se ha consolidado en un sistema coherente de m�todos y conocimientos. "As� podemos, con el caudal que se nos ha heredado y un poco de curiosidad de nuestra parte dice el autor echar una mirada a nuestro planeta y conocer la respuesta a preguntas que en otro tiempo no s�lo causaron desaz�n sino que tambi�n provocaron controversias".
La edad de la Tierra, de acuerdo con los datos m�s recientes, se estima en 4600 millones de a�os. Alcanzar esta cifra cubre dos etapas bien diferentes, la del pensamiento m�gico y la del cient�fico. De este modo, y en forma casi contempor�nea, Mart�n Lutero calcul� la fecha de la creaci�n en 4 000 a.C. y el conde Buffon, haciendo un c�lculo del tiempo de liberaci�n del calor interno de la Tierra estim� la edad del planeta en 75 000 a�os. Entre estas dos cifras y la actual media un periodo de intensa b�squeda cient�tica que arrib�, finalmente, al descubrimiento de un "reloj" m�s exacto para medir los tiempos geol�gicos: la radiactividad natural. Adem�s, para calcular la edad de la Tierra no s�lo se han tomado en cuenta los materiales que en ella existen sino tambi�n los que continuamente caen del espacio en forma de meteoritos e incluso las rocas tra�das de la Luna.
Juan Manuel Esp�ndola Castro obtuvo su licenciatura en f�sica en la Facultad de Ciencias de la
UNAM
y su maestr�a y doctorado en la Universidad Purdue, West Lafayette, Indiana,EUA.
Es investigador del Instituto de Geof�sica de laUNAM
y profesor de la especialidad de Ciencias de la Tierra en el posgrado de la misma casa de estudios. Actualmente funge como presidente de la Uni�n Geof�sica Mexicana periodo 1995-1997 y es miembro de la Asociaci�n Internacional de Vulcanolog�a y Qu�mica del Interior de la Tierra.Diseño: Carlos Haces