AGRADECIMIENTOS

Escribir un libro de divulgación es tarea muy complicada, o al menos resultó serlo para mí. No sé si habré logrado un balance justo entre el rigor y la claridad de los argumentos; entre el atractivo de los ejemplos y su importancia para los temas expuestos; y un nivel de exposición que haga accesibles a un público general los temas tratados, sin degradarlos y convertirlos en trivialidades. Si este balance se obtuvo, será en buena medida gracias a un número de personas que influyeron en mi formación como científico.

Quiero manifestar mi agradecimiento a algunos de quienes, directa o indirectamente, contribuyeron al resultado del libro, ya que me sería imposible mencionarlos a todos. En primer lugar, mis padres y hermanos. Nuestras innumerables discusiones sobre todos los temas imaginables y a cualquier hora del día, me hicieron tomar conciencia de lo importante que es exponer concisa y claramente las ideas. En particular quiero agradecer a mi madre por habernos dado muchísimos ejemplos de lo que debe de ser un argumento sólido y bien estructurado, y a mi hermano Miguel, mi modelo de un lego en asuntos de ecología de poblaciones, a quien expuse in mente gran parte de las ideas del libro, tratando de despojarlas de tecnicismos y hacerlas interesantes para el lego. Si resulta que el libro es oscuro e ininteligible, la culpa será de mi mamá y mi hermano Miguel.

Debo mi fascinación por las interacciones poblacionales, la demografía y los modelos matemáticos a tres maestros de la Facultad de Ciencias: los doctores José Negrete M., José Sarukhán K. y Rafael Pérez Pascual. Si, como consecuencia de la lectura del libro, alguien acaba compartiendo mi gusto por tales temas un poco arcanos, deberá de considerarse en deuda con estos maestros míos.

Carlos Martínez del Río y Luis Eguiarte F. comparten conmigo el gusto por la especulación y la abstracción, pero asimismo poseen un singular conocimiento del campo y de los organismos reales. Espero que su influencia en mí haya contribuido en el balance de la teoría y los ejemplos del libro. Con Carlos y Luis he efectuado mis visitas a Malinalco y en su elogio debo añadir que muchas de las preguntas sin respuesta que tengo sobre ecología surgieron durante estos viajes.

Mis alumnos de los cursos de ecología de poblaciones soportaron por varios semestres una clase semiexperimental, que en buena medida era un intento de exponer a la crítica puntos de vista e ideas personales. Muchísimo de lo que aprendí impartiendo estos cursos aparece ahora en el libro. Gracias a todos ellos.

El Fondo de Cultura Económica tuvo gran paciencia con un autor excesivamente lento. María del Carmen Farías, coordinadora de la serie, perseveró en hacer llamadas telefónicas, enviar cartas y presionarme de diversas formas hasta que finalmente entregué el manuscrito. Por su enorme estusiasmo y dedicación al proyecto quisiera agradecerle aquí.

Mi esposa Tita, con su estímulo y apoyo, redujo la que sin ella habría sido una demora aún mayor. Mis dos hijos, Jorge y Pablo, por el contrario, con su incesante actividad hicieron cuanto pudieron para prolongar indefinidamente la escritura del libro. A ellos les agradezco una infinidad de cosas, pero no su contribución a esta pequeña obra.

InicioAnteriorPrevioSiguiente