PR�LOGO
Como ec�logo, nunca antes hab�a trabajado en problemas de ecolog�a urbana, un �rea particularmente dif�cil por la multitud de problemas distintos que se deben abordar y por su car�cter interdisciplinario. Este libro pretende ser una incursi�n a la ecolog�a urbana vista desde el punto de vista de un ec�logo de campo, preocupado por el gran desaf�o ambiental que representa el crecimiento de las grandes ciudades en Am�rica Latina.
Mi inter�s por la ecolog�a urbana se la debo al est�mulo de tres brillantes investigadores que en distintos momentos me impulsaron a interesarme en los problemas de nuestro medio m�s inmediato, el ambiente de las ciudades. Me refiero a Eduardo Rapoport, Gonzalo Halffter y Jos� Sarukh�n. Con los tres he publicado estudios sobre aspectos de ecolog�a humana, y los tres han influido de manera central en mi formaci�n como ec�logo. De los tres aprend� que la naturaleza no s�lo es lo que est� en ecosistemas remotos y conservados, sino que tambi�n tiene que ver con el ambiente en que nos desenvolvemos a diario, y con los problemas que lo rodean.
Este libro es una versi�n extensa de un cap�tulo que escrib� en 1988 para The Cambridge University Press, que saldr� publicado en el libro The Earth as transformed by the human action (W. Turner, comp.). Quiero agradecer a Bill Turner su invitaci�n a escribir el cap�tulo sobre la cuenca de M�xico. Esa invitaci�n me dio el impulso inicial para escribir este libro. Tambi�n agradezco a Francesco di Castri y Arturo G�mez-Pompa sus comentarios y cr�ticas a la primera versi�n de este trabajo.
Muchas personas me ayudaron durante la preparaci�n de este trabajo. Mar�a del Carmen Far�as me invit� inicialmente a colaborar con el exitoso proyecto editorial que es La Ciencia desde M�xico y me gui�, con paciencia infinita, durante todo el proceso. Santiago Arizaga colabor� con la preparaci�n de las gr�ficas y, como siempre lo hace, brind� su apoyo generoso y entusiasta a este trabajo. Irene Pisanti discuti� conmigo varios de los aspectos aqu� tratados y me facilit� todo tipo de ayuda, incluyendo el pr�stamo de varios libros de gran importancia.
Jorge Sober�n, Miguel Franco y Humberto Bravo me cedieron generosamente su tiempo para analizar y discutir problemas de ecolog�a relacionados con la cuenca de M�xico.
Una menci�n especial merece Alicia Castillo, quien realiz� conmigo una extensa investigaci�n sobre el agua en la cuenca de M�xico, para el gui�n del "Museo del Agua" que proyecta realizar el DDF. Buena parte de la informaci�n presentada en el cap�tulo IV es pruducto de ese trabajo conjunto. Alicia ha compartido conmigo esa informaci�n generosamente. Me ayud� tambi�n en much�simos otros aspectos relacionados con la preparaci�n del libro. Sin su apoyo, este trabajo ser�a mucho m�s pobre.
Finalmente, quiero agradecer a B�rbara C�rcega su ayuda constante a lo largo de todo este esfuerzo: B�rbara ley� y critic� con mucho tino las primeras versiones de este trabajo, me ayud� con la obtenci�n y organizaci�n de la bibliograf�a y, sobre todo, dedic� d�as enteros a discutir muchas de las ideas que aqu� se presentan. Este libro es, en cierto modo, un peque�o homenaje a la pasi�n que B�rbara, como muchos otros chilangos de coraz�n, siente por la cada vez m�s grande y cada vez m�s complicada, pero siempre apasionante ciudad de M�xico.