PR�LOGO
Desde temprana edad siempre me maravill� el mundo natural. En nuestros continuos paseos de fin de semana por los alrededores del valle de M�xico, y en nuestras habituales salidas al interior de la Rep�blica, a los sitios m�s rec�nditos y bellos de M�xico, dada la afici�n de mi padre por la fotograf�a, pudimos conocer los diversos y muy variados ecosistemas que en nuestro pa�s existen. Mi amor por la naturaleza, sin duda, qued� bien cimentado desde entonces. Durante mis frecuentes soliloquios de la adolescencia me preguntaba c�mo se hab�a originado la gran variedad de seres vivos, c�mo se manten�a esta diversidad, y qu� mecanismos podr�an alterarla. La comprensi�n de los procesos hereditarios y de los factores naturales o artificiales que pueden modificarlos ha sido el motor de mi vida acad�mica. En el camino he despejado muchas dudas, que me han permitido entender e integrar conceptos gen�ticos y toxicol�gicos esenciales. Este libro es el resultado de tal aprendizaje.
Tuve la suerte de contar con muy buenos maestros en mis a�os de estudiante en la Facultad de Ciencias de la
UNAM
. Dedico este libro a la doctora Leonila V�zquez, con quien aprend� a comprender la diversidad del mundo biol�gico, al doctor Ra�l Ondarza, quien me ense�� los principios de la biolog�a molecular, y en forma muy especial al doctor Rodolfo F�lix (QEPD
), quien me introdujo en la investigaci�n de la gen�tica y de la mutag�nesis y quien fue mi tutor durante mis estudios de posgrado. Al doctor Stanley Zimmering de la Universidad de Brown, Providence,EUA,
por sus ense�anzas acerca de la gen�tica de la Drosophila y por su rigor cient�fico. A laUNAM
, que me dio la oportunidad de formarme en sus aulas. A mi madre, por su enorme ejemplo; por ser universitaria de vocaci�n y de coraz�n.La tarea de difundir el conocimiento generado por la ciencia es ciertamente dif�cil. Esta experiencia, sin duda, ha sido enriquecedora. Al redactar este libro siempre tuve presente tratar el tema con lenguaje sencillo y accesible, cuidando no caer en peligrosas simplificaciones. Agradezco a Antonio Lazcano la revisi�n de la redacci�n, sus comentarios y sugerencias y a H�ctor Abundis por haber preparado las figuras de este libro.
Espero que este libro despierte en el lector su inter�s y curiosidad y que le permita entender los principios b�sicos de la gen�tica toxicol�gica.
M�xico, D. F., julio de 1992