[Nota 16] [<--]

16. En algunas especies (notablemente la humana) el cuidado de los padres distorsiona estos mecanismos. Además, aun dentro de una misma especie hay cierta competencia por no morir. Esto está ilustrado en el chiste de dos personas que van a atravesar una planicie donde hay leones. Uno de ellos se detiene a calzarse zapatos de carrera. "¿Para qué te molestas? Con zapatos o sin ellos serás más lento que un león" señala el otro. "Sí, concede el primero, pero seré más veloz que tú". Advierte que el mecanismo implícito también opera entre organismos jóvenes y decrépitos, entre prudentes e imprudentes, entre inteligentes y tontos.

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