EP�LOGO

En cada uno de los cap�tulos de este libro se ha se�alado insistentemente que los est�mulos —positivos o negativos— que activan, desactivan o modulan los mecanismos de la g�nesis de las emociones son sutiles, variados, cambiantes y m�ltiples. A diferencia de aquellos que desencadenan funciones simples, primarias, estos est�mulos tienen que ver preminentemente con el entorno social del individuo, con la forma en la que se relaciona con su grupo social y familiar y, tambi�n, con la idea que tiene de s� mismo en un momento dado. Estos est�mulos se tamizan a trav�s de las experiencias pasadas y se modifican en raz�n de las expectativas futuras) por todo esto, un mismo est�mulo rara vez desencadenar� la misma respuesta en el mismo individuo.

En este sentido tambi�n es importante hacer notar que, a pesar de la intenci�n claramente organicista de este libro, no debe perderse la perspectiva de que el cerebro, como sustrato fundamental de todas las acciones del individuo, funciona como una red b�sica que, si bien en un principio est� conformada esencialmente por direcciones gen�ticas, ya aun desde antes del nacimiento y durante toda la vida del individuo ser� modificada por las influencias del medio externo a las que su plasticidad le permite adaptarse y responder. En el aspecto que estamos tratando, es decir el de la fisiolog�a y la patolog�a de las emociones, estas influencias incluyen tambi�n, de manera preponderante, las intenciones del individuo y el esfuerzo que �ste haga o deje de hacer para inclinar hacia uno u otro lado la g�nesis y el control de sus propias emociones. Con esto se quiere decir que, con excepci�n de los casos de perturbaciones severas, no puede eximirse al individuo de su responsabilidad en el manejo de sus reacciones emocionales sobre la base de que �stas tienen un fundamento org�nico. Sin embargo, es muy importante hacer hincapi� en que, si bien el esfuerzo personal para el manejo de actitudes emocionales es esencial, puede no ser suficiente y, entonces, el conocimiento de las bases org�nicas de las emociones puede hacer consciente al individuo de que en determinado momento es necesario recurrir al apoyo de la psiquiatr�a, la neurolog�a o la psicolog�a para resolver una situaci�n que no puede superar. Si esto ha quedado suficientemente claro, el prop�sito de este libro se habr� cumplido.

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