II.5. ISAAC NEWTON

Pido perd�n anticipado a los apologistas contempor�neos de Newton que lean estas p�ginas (si los hay), por mi inevitablemente superficial tratamiento de alguna de sus principales ideas sobre el m�todo cient�fico. Newton tiene ya mucho tiempo de ser el prototipo de hombre de ciencia moderno, especialmente entre astr�nomos, f�sicos historiadores y fil�sofos; los �nicos contendientes a tan elevada posici�n podr�an ser Darwin, cuya candidatura estaba apoyada por la comunidad biol�gica (no num�ricamente despreciable, pero que en caso de votaci�n se caracterizar�a por su abstencionismo) y Einstein, a cuyo indudable genio se agreg� el cambio radical en la influencia de los medios masivos de comunicaci�n sobre la opini�n p�blica, que caracteriza a nuestro siglo. Como quiera que sea, Newton es uno de los cient�ficos de mayor �xito y prestigio en toda la historia registrada, por lo que no parece ocioso examinar su obra en busca de sus ideas sobre el m�todo que sigui� en sus trabajos cient�ficos, sin olvidar la importancia de cotejarlas con lo que verdaderamente hizo para realizar sus maravillosos descubrimientos y generalizaciones.

Isaac Newton (1642-1727)

Isaac Newton (1642-1727) naci� en Woolsthorpe (Lincoln-shire) como hijo p�stumo, pero su madre se cas� por segunda vez cuando el ni�o ten�a 3 a�os de edad, por lo que su cuidado y educaci�n inicial descans� en su abuela materna. En 1665, a los 23 a�os de edad, Newton recibi� su diploma de bachiller de la Universidad de Cambridge (estudi� en el Trinity College) y pas� los dos a�os siguientes refugiado en Woolsthorpe porque Londres, Cambridge y otros centros universitarios ingleses estuvieron asolados por la terrible epidemia de peste bub�nica. �ste fue un periodo de inmensa creatividad, en el que Newton formul� el teorema del famoso binomio, invent� el "m�todo de las fluxiones", o sea el c�lculo, construy� el primer telescopio reflejante y concibi� la naturaleza universal de la atracci�n gravitacional. En 1669, a los 27 a�os de edad, fue nombrado profesor de matem�ticas en su Trinity College de la Universidad de Cambridge, y tres a�os m�s tarde fue electo miembro de la Sociedad Real de Londres. Permaneci� en Cambridge hasta 1696, cuando a los 64 a�os de edad fue nombrado director de la Casa de Moneda. En 1703 fue electo presidente de la Sociedad Real de Londres, y en el a�o siguiente public� su famoso libro titulado Opticks, del que tendremos m�s que decir en un momento. No debe dejar de mencionarse que Newton fue un soltero empedernido, que se interes� profundamente en la alquimia, que por a�os y a�os estudi� la Biblia y escribi� extensas notas sobre la adivinaci�n de los sue�os en Daniel y las profrec�as de San Juan. Newton muri� en 1727, a los 85 a�os de edad, y fue enterrado en la abad�a de Westminster, en Londres.

Las ideas de Newton sobre el m�todo cient�fico deben su expresi�n a Descartes y a sus seguidores (v�ase cap�tulo III) en vista de que el sabio ingl�s se opon�a al m�todo cartesiano, cuya m�dula era derivar las leyes f�sicas b�sicas a partir de principios metaf�sicos. Newton insisti� en que las generalizaciones del cient�fico (todav�a identificado en sus escritos como "fil�sofo natural") deber�an basarse en el examen cuidadoso de la realidad. En relaci�n con el m�todo cient�fico, Newton era un aristot�lico confirmado y se refiri� a sus procedimientos inductivo-deductivos como el "m�todo de an�lisis y s�ntesis". En este sentido, Newton se liga con Grosseteste y Roger Bacon, en el siglo XIII, y con Galileo y Francis Bacon, en los principios del siglo XVII. La m�s aguda y expl�cita opini�n de Newton sobre su m�todo cient�fico es la famosa "Pregunta 31" de su libro Opticks, que dice lo siguiente:
Tanto en las matem�ticas como en la filosof�a natural, la investigaci�n de los problemas dif�ciles por medio del an�lisis debe ir precedida siempre por el m�todo de la composici�n. El an�lisis consiste en hacer experimentos y observaciones, y en derivar a partir de ellos conclusiones generales por inducci�n, rechazando todas las objeciones excepto las basadas en experimentos u otras formas de conocimiento seguro. Porque las hip�tesis no deben tomarse en cuenta en la filosofia experimental. Y aunque la argumentaci�n por inducci�n, a partir de experimentos y observaciones, no alcance la demostraci�n de las conclusiones generales, sigue siendo el argumento m�s compatible con la naturaleza de las cosas y puede contemplarse como el m�s fuerte, en la medida en que la inducci�n sea m�s generalizada Y si no ocurren excepciones en los fen�menos, la conclusi�n puede aceptarse como general pero si en cualquier momento posterior ocurre alguna excepci�n en los experimentos, entonces debe enunciarse incluyendo las excepciones conocidas. Por este m�todo de an�lisis podemos proceder de compuestos a ingredientes, de movimientos a las fuerzas que los producen, y en general de los efectos a sus causas, y de las causas particulares a las m�s generales, hasta que el argumento termine en la m�s general de todas. �ste es el m�todo de an�lisis, mientras que la s�ntesis consiste en asumir las causas descubiertas y establecidas como principios, y por medio de ellas explicar los fen�menos que provienen de ellas...

En este p�rrafo Newton est� usando los t�rminos an�lisis y s�ntesis en un sentido casi exactamente opuesto al que hoy les damos, lo que puede generar cierta confusi�n, sobre todo cuando su postura filos�fica se compara con la de su contempor�neo Robert Hooke (v�ase infra, p. 66), que usa los mismos t�rminos pero de acuerdo con lo que se acepta hoy. De todos modos, la estructura del m�todo cient�fico propuesta por Newton es una reiteraci�n casi textual del esquema inductivo-deductivo de Arist�teles, con una diferencia importante: el gran inter�s de Newton en divorciarse de las hip�tesis, su famoso Hypothesis non fingo. Pero como Medawar nos recuerda, una buena parte del vocabulario filos�fico ha cambiado su significado en los �ltimos 400 a�os y la palabra hip�tesis no es una excepci�n: otras palabras que tambi�n han adoptado un sentido distinto, aparte de an�lisis y s�ntesis, son ciencia, arte, experimento, entusiasmo, creaci�n, genio, y muchas otras. De acuerdo con Medawar:


Primera p�gina del libro Principia Mathematica, de Isaac Newton, publicado en 1687.

En el vocabulario profesional moderno una hip�tesis es una preconcepci�n imaginativa de lo que podr�a ser cierto, en forma de una declaraci�n con consecuencias deductivas verificables.

En otras palabras, las hip�tesis han dejado de implicar un car�cter fant�stico, han dejado de ser puramente gratuitas, desmesuradas o absurdas, como lo eran en los tiempos de Newton (o por lo menos, aquellas a las que �l se refer�a) y desde entonces hasta hoy han ido adquiriendo progresivamente una reputaci�n no s�lo �til sino basta honesta y respetable, en especial las formuladas con sentido de responsabilidad y con compromiso de verificaci�n.

Lo anterior es relevante porque cuando se compara el m�todo cient�fico que Newton propone como correcto, con la manera como realmente realiz� sus investigaciones y la forma y aplicaci�n te�rica de sus resultados y generalizaciones o leyes, lo que surge es una fenomenal incongruencia. Por ejemplo, su primera ley del movimiento se refiere al comportamiento de cuerpos que Newton seguramente nunca hab�a observado —cuerpos que se mueven con velocidad uniforme en l�nea recta en ausencia total de influencias externas. Otro ejemplo es la ley de reflexi�n �ptica que incluye el concepto de rayo de luz, algo mucho m�s conceptual que objetivo. Finalmente, Newton basaba una parte importante de sus trabajos en la teor�a at�mica de la materia, que en sus tiempos no era m�s que una hip�tesis (muy buena, por cierto).

En la tercera edici�n de su libro Principia mathematica, Newton incluy� cuatro famosas "Reglas para razonar en filosof�a", que dicen lo siguiente: 1) No debemos admitir m�s causas de cosas naturales que las que son verdaderas y suficientes para explicar sus apariencias. 2) Por lo tanto, a los mismos efectos naturales debemos asignarles, hasta donde sea posible, las mismas causas. 3) Aquellas propiedades de los cuerpos que no puedan aumentarse o disminuirse gradualmente, y que existan en todos los cuerpos que podamos examinar ser�n consideradas como propiedades universales de la totalidad de los cuerpos. 4) En la filosof�a experimental debemos aceptar las proposiciones derivadas por inducci�n general de los fen�menos como exactas o muy probablemente ciertas, a pesar de las hip�tesis contrarias que pudieran imaginarse, hasta el tiempo en que ocurran otros fen�menos, con los que puedan hacerse m�s exactas o aceptar excepciones.

De estas cuatro reglas conviene se�alar que la primera es una versi�n muy personal de Newton a la "navaja de Ockham", que no es otra cosa que el principio de la simplicidad o de la parsimonia en la ciencia. Ockham dijo (en el siglo XIV): Entia non sunt multiplicanda praeter necessitate, lo que significa que, en igualdad de condiciones (lo que casi nunca ocurre en la realidad), debe preferirse la explicaci�n m�s simple. Sin embargo, Newton no defini� lo que quer�a decir por causa verdadera, excepto en t�rminos negativos y vagos, como cuando escribi� que la naturaleza "no adopta la pompa de las causas superfluas". La regla 2 no ofrece problemas, pero hasta la regla 3 Newton se�al� que las propiedades de los cuerpos a que hace referencia incluyen extensi�n, dureza, impenetrabilidad, movilidad e inercia, que seg�n �l son las propiedades comunes a absolutamente todos los cuerpos que existen en la naturaleza, as� como todas y cada una de sus partes. En cambio, la regla 4 es el manifiesto de los inductivistas, aunque Newton estaba realmente m�s preocupado en refutar la proposici�n de Descartes, de derivar las leyes cient�ficas de principios metaf�sicos indudables (v�ase cap�tulo III) que en reafirmar su propia postura aristot�lica, que le parec�a segura y bien fundada. Pero en esa regla tambi�n se se�ala que el car�cter de las leyes cient�ficas no es necesario ni puede serlo, sino s�lo contingente; en otras palabras, todas las interpretaciones de los procesos naturales est�n sujetas a revisi�n a la luz de experiencias ulteriores.

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