El templo de San Antonio

El templo de San Antonio


En el terreno de la arquitectura religiosa el templo de San Antonio fue el equivalente casi exacto del teatro Morelos. Pacificado el pa�s, instalados en �l los capitales extranjeros, trazadas las principales l�neas del ferrocarril y activado el conjunto de la econom�a, floreci� de nuevo la vieja man�a colonial de construir templos y monasterios. Por supuesto que los tiempos hab�an cambiado y que la ola liberal no hab�a pasado del todo en balde. Ahora los recursos se orientaban sobre todo a la construcci�n de bancos, grandes locales comerciales, teatros y algunos otros monumentos de car�cter laico, pero la iglesia manten�a un claro dominio sobre las conciencias y segu�a siendo capaz de convocar a los particulares y de obtener de ellos recursos de bastante consideraci�n.

La m�s notable de las iglesias edificadas durante el Porfiriato en Aguascalientes fue la de San Antonio, situada en el remate de la antigua calle del Olivo, en la frontera entre la urbe trazada desde el siglo XVII y la nueva ciudad, la que inmol� huertas y acequias en el venerado altar de la industrializaci�n. El proyecto le fue encomendado originalmente por los padres franciscanos al arquitecto Jos� Noriega, pero ante su falta de inter�s se pens� en un joven y audaz arquitecto autodidacta: el zacatecano Refugio Reyes Rivas.

Las obras dieron comienzo el 12 de octubre de 1895, pero un a�o despu�s fueron suspendidas por falta de dinero. Entonces hizo su aparici�n Antonio Morf�n Vargas, un pr�spero hacendado e industrial que en la mejor tradici�n colonial acept� figurar como padrino del proyecto. Morf�n era michoacano, pero hab�a amasado su fortuna en Aguascalientes, como due�o de diversas f�bricas de tabacos labrados y, m�s recientemente, administrando la hacienda de La Cantera, una de las m�s ricas y mejor situadas del estado. El hecho mismo de que careciera de un lustroso apellido lo convert�a en el mecenas ideal, pues esa obra ser�a una prueba evidente de su generosidad, de su esp�ritu piadoso y de su agradecimiento con la ciudad que lo acogi� y lo hizo rico.

Desde el punto de vista t�cnico la obra ofreci� dificultades que en su momento parecieron insuperables. La audacia con la que fue concebida su enorme c�pula, que seg�n los cr�ticos recuerda la de la catedral de San Pablo, en Londres, hizo pensar a muchos que se vendr�a abajo en cuanto retiraran la cimbra. Consultado al respecto, el ingeniero Camilo Pani dijo que era imposible que la obra resistiera el peso de una c�pula as�. Se dice incluso que Pani, con ese airecillo de suficiencia tan propio de los acad�micos, lleg� a saludar a Reyes con un burlesco: "�Qu� pasa, arquitecto sin t�tulo?", a lo que Reyes respondi� sin inmutarse: "Nada, t�tulo sin arquitecto".

En fin, el hecho es que la cimbra fue retirada y la c�pula no sufri� el menor rasgu�o. La obra se aderez� con algunas pinturas monumentales, con im�genes y ornamentos tra�dos de Europa, con unas campanas que fueron hechas en los Estados Unidos y con un �rgano tubular de la casa alemana Wagner. Seg�n las minuciosas y exactas cuentas llevadas por los franciscanos, el templo tuvo un costo total cercano a los 200 000 pesos, que casi en su totalidad fueron proporcionados por don Antonio Morf�n. Aparte de las muchas plegarias enviadas al cielo en su favor, los padres tuvieron que pagar imponi�ndole al templo no el nombre de su santo patrono, sino el de quien lo hab�a honrado con su dinero.

La bendici�n del templo, que se realiz� el 8 de diciembre de 1908, dio lugar a una de esas curiosas funciones en las que la �lite pol�tica se quitaba la etiqueta liberal y se pon�a las ropas de ocasi�n del catolicismo popular. El gobernador V�zquez del Mercado, los ex gobernadores Sagredo y Arellano, el presidente municipal y la mayor�a de los diputados se apretaban en las primeras filas del recinto, haciendo como que no o�an al fogoso predicador, que lanzaba excomuniones a Ju�rez y reclamaba lo suyo para la iglesia. La prensa toda, con excepci�n del semanario oficial, festej� ruidosamente el acontecimiento. Se ensalz� la notabilidad arquitect�nica de la obra, su indefinible estilo, el trabajo de canteros y carpinteros, la audacia de Reyes y sobre todo la generosidad de don Antonio Morf�n, gracias a la cual se hab�a erigido "un monumento de cultura que embellece el terru�o".

Por s� solo, este notable monumento arquitect�nico, audazmente concebido e imposible de etiquetar dentro de una corriente acad�mica, hubiera asegurado la fama de Reyes y el reconocimiento de los aguascalentenses. Pero es necesario aclarar que la porci�n m�s valiosa de su obra se qued� en Aguascalientes, ciudad que lo acogi� y con la que termin� identificado por completo.

Entre las muchas obras que dirigi� cabe destacar la capilla de la hacienda del Soyatal, la iglesia de La Pur�sima, las casonas en las que se establecieron las oficinas del Banco de Zacatecas y del Nacional de M�xico, el proyecto de acuerdo con el cual se levantaron las torres del Santuario de Guadalupe, los hoteles Francia y Par�s (actual sede del Congreso del Estado), una tienda llamada La Gardenia (que recientemente fue reconstruida y convertida en sede de la Biblioteca Central del Estado) y much�simas casas de particulares, entre las que sobresalen la que hoy en d�a alberga al Archivo Hist�rico del Estado y la que sirve de sede al Museo Regional de Historia. Adem�s dirigi� la construcci�n de una escuela de ni�as, edificio que en 1976 fue remodelado y convertido en la sede del Museo de Aguascalientes.

Refugio Reyes, un hombre que se form� a s� mismo, un artesano que tuvo m�s confianza en su genio y en su capacidad de trabajo que en las bendiciones que podr�a haber esperado de los acad�micos, es uno de los m�s notables art�fices de la transformaci�n que sufri� la ciudad de Aguascalientes durante la �ltima d�cada del siglo pasado y las tres primeras del actual. Su obra, de la que forman parte edificios p�blicos, iglesias y casas particulares, forma un conjunto n�tidamente definido, sin duda una de las porciones m�s valiosas del patrimonio arquitect�nico con el que por fortuna cuenta la ciudad de Aguascalientes.


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