Catolicismo social aguascalentense

Catolicismo social aguascalentense


A finales del Porfiriato surgi� un movimiento nacional de oposici�n cat�lica al gobierno, originado a ra�z de la publicaci�n de la enc�clica Rerum Novarum, del papa Le�n XIII. El documento criticaba el liberalismo porque propiciaba la pobreza, y al socialismo porque proclamaba un "falso remedio" a los problemas sociales.

Inspirados en la enc�clica, muchos cat�licos iniciaron un movimiento pol�tico que dio en llamarse catolicismo social. Sus militantes se diferenciaban de la jerarqu�a cat�lica porque no apoyaban el Porfiriato, pero esto no significaba que respaldaran a los revolucionarios anticlericales. Su postura fue legal y pac�fica, y al triunfo de Madero, en un ambiente de apertura democr�tica, formaron el Partido Cat�lico Nacional.

En Aguascalientes el catolicismo social tuvo una destacada presencia. Algunos de sus l�deres fueron el periodista Eduardo J. Correa, su amigo Ram�n L�pez Velarde, los abogados Carlos Salas L�pez y Aniceto Lomel� y los comerciantes Felipe Ruiz de Ch�vez, Antonio Leal y Juventino de la Torre. Este grupo estaba en contra del r�gimen pero no apoy� al grupo encabezado por Fuentes D�vila; por el contrario, sus militantes, apoyados por ex porfiristas, se dieron a la tarea de combatir algunas de las medidas fuentistas a trav�s de la legislatura, la prensa y el sindicalismo, y cuando Garc�a Hidalgo sustituy� a Fuentes en la gubernatura, el nuevo gobernador cont� con el benepl�cito de los antiguos porfiristas y del grupo de cat�licos sociales, que en esos d�as constituyeron la agrupaci�n pol�tica con m�s membres�a y que contaba con el apoyo del obispo Ignacio Valdespino.

Sin embargo, a la ca�da de Huerta, en Aguascalientes se dio una lucha encarnizada contra los "contrarrevolucionarios" que todav�a permanec�an en el estado. Una de las medidas adoptadas fue disminuir la fuerza de la jerarqu�a eclesi�stica, las asociaciones religiosas y del catolicismo social.

Con todo, los cat�licos siguieron en pie de lucha. En lo referente al periodismo, ya hab�an tenido peri�dicos como El Eco Social, La Cruz, La Verdad, El Debate y La Voz de Aguascalientes. Los peri�dicos iban dirigidos principalmente a los trabajadores, que ya para entonces se encontraban organizados en c�rculos y mutualidades de obreros cat�licos.

A los cat�licos les preocupaba mucho la difusi�n de las ideas ateas y protestaron porque la propaganda anarquista y socialista lastimaba el sentimiento religioso de los aguascalentenses. Para enfrentar estas fuerzas, el sindicalismo cat�lico, por recomendaci�n de la jerarqu�a eclesi�stica, cre� en 1923 el Comit� Diocesano del Trabajo, que promovi� la organizaci�n de sindicatos cat�licos con el fin expl�cito de "contrarrestar la acci�n socialista y unir en el lado cat�lico a todos los obreros de buena voluntad".

Todos estos grupos sindicales declinaron en 1924, fecha en que termin� el gobierno de Arellano Valle, de quien recibieron apoyo, pero tambi�n a causa del conflicto religioso que se dio a mediados de 1925. Una de las acciones m�s relevantes de �ste fue la elaboraci�n de un proyecto de reglamentaci�n en el estado del art�culo 123 constitucional, a cargo de los abogados Carlos Salas L�pez y Carlos T. Maceira. Esto sin contar con las actividades en el seno de las agrupaciones sindicales en beneficio de los agremiados, como las cajas de ahorros.


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