No teniendo impedimento alguno, en 1875 Joaqu�n Baranda comenz� su tercera gubernatura, que deb�a terminar el 15 de septiembre de 1879. Sin embargo, ya no eran los mismos tiempos: Benito Ju�rez hab�a fallecido y Sebasti�n Lerdo de Tejada no las tra�a todas consigo; Porfirio D�az acaudill� otra revoluci�n al amparo del Plan de Tuxtepec, y en 1876 el pueblo campechano fue gobernado con decretos sustentados en facultades extraordinarias y suspendidas las garant�as individuales. La revoluci�n influy� en el �rea, ya que, en tierras de Tabasco, Pedro Baranda combati� a los tuxtepecanos con guardias nacionales y marinos campechanos. El bando revolucionario ganaba combates a las tropas del gobierno de Lerdo y, queriendo poner a salvo sus lealtades, Yucat�n con Eligio Ancona y Campeche con Joaqu�n Baranda se asociaron para sostener en la pen�nsula el gobierno de Lerdo. Baranda quiso ser m�s enf�tico y el 26 de diciembre de 1876 decret� la soberan�a del estado, sin perjuicio de volver m�s adelante a formar parte de la Federaci�n, aduciendo que no renegaba de los principios liberales y de la Reforma, sino que deseaba poner a salvo de la anarqu�a esos postulados. Con todo, la guarnici�n de la plaza se pronunci� en favor de D�az, y el jefe de las fuerzas federales, general Juan B. Zamudio, la secund� el 3 de enero de 1877, y concedi� a Baranda 24 horas para reconocer a Porfirio D�az. Pero aqu�l, rehus�ndose, cedi� el gobierno del estado al jefe de las armas, general Pedro Celestino Brito, quien a pocos d�as fue sustituido precisamente por Zamudio.
Se convoc� a elecciones para gobernador y result� electo el licenciado Marcelino Castilla, pero no para concluir el periodo de Baranda, sino que por declaraci�n del Congreso local, para todo el cuatrienio, disposici�n del todo irregular. As�, Castilla inici� su mandato el 29 de abril. Sus actividades pol�ticas se orientaron a la conciliaci�n, como cuando el 7 de agosto de 1878 dijo que "el gobierno ha abierto las puertas del Estado a todos los que antes se hallaban fuera de �l por asuntos pol�ticos". A pesar de sus esfuerzos, fue criticado en los medios pol�ticos, y sus medidas provocaron disgustos y m�s condiciones de intranquilidad, de manera que renunci� el 18 de octubre de 1880, lo que reaviv� la pol�mica en torno a que, habi�ndose tergiversado el orden constitucional en lo relativo a los periodos de elecci�n, deb�a declararse ac�fala la gubernatura. Como interino del Ejecutivo se nombr� al presidente de los Tribunales Superiores de Justicia, licenciado Prudencio P�rez Rosado, quien convoc� a nuevos comicios para el 14 de noviembre de 1880, en los que result� electo Arturo Shiels para el lapso del 1� de diciembre inmediato al 16 de septiembre de 1883, emparejando el periodo de cuatro a�os. Shiels defini� sus responsabilidades como la tarea de unificaci�n y reconciliaci�n de todos los campechanos, y con ese objeto expidi� dos decretos el 10 de octubre de 1882 declarando benem�ritos al general Pedro Baranda, en uno, y al licenciado Pablo Garc�a, en otro, ambos vivos y enemigos irreconciliables.
�Qui�n era Pedro Baranda? En 1848, a los 24 a�os de edad, se incorpor� a la lucha contra los insurrectos mayas y, despu�s de pasar casi inadvertido en algunos cargos p�blicos, fue electo diputado al Congreso Constituyente de 1856-1857. As�, firm� el C�digo Federal, cuyas tesis alimentaron la conciencia liberal de muchos mexicanos. Particip� en la fundaci�n del estado de Campeche, pero poco tiempo despu�s se disgust� con Pablo Garc�a y Tom�s Aznar, y se fue desterrado a Tabasco. En febrero de 1863 combati� y venci� a los imperialistas en el rancho San Joaqu�n, entre las poblaciones de Jonuta y Palizada. En junio de ese a�o estuvo en la defensa de San Juan Bautista (hoy Villahermosa). Cuando comenzaron los d�as dif�ciles para los liberales, Baranda se fue a Oaxaca primero y despu�s a la l�nea de Sotavento, con su medio hermano el general Alejandro Garc�a. En 1866 fue agente republicano en los Estados Unidos y adquiri� armamento para el ej�rcito del se�or Ju�rez. Regres� a Sotavento y particip� en varios combates en Veracruz, en marzo de 1867. General, gan� prestigio y represent� a Orizaba, C�rdoba y Zongolica en la C�mara de Diputados. El 11 de noviembre de 1868 sus participaciones militares y p�blicas le fueron reconocidas cuando el municipio de Orizaba lo declar� Benem�rito. Impuls� la creaci�n del estado de Morelos y fue el primer gobernante en organizar la entidad constitucionalmente, raz�n por la que se le hizo ciudadano morelense. En 1872 volvi� a representar a un distrito de Veracruz en la C�mara de Diputados. Legislador por varios estados, fue militar y pol�tico influyente que supo capotear las transiciones pol�ticas. Sus m�ritos y actividades lo hicieron un hombre cuyo consejo era casi obligado.
En cuanto a Shiels, como primer gobernador originario de ciudad de El Carmen, tuvo una gesti�n acertada, y algunas de sus medidas se plantearon por primera vez. Aparte de la colonizaci�n, que referimos en el siguiente cap�tulo, inici� los trabajos para abrir un camino que conectara las rancher�as ubicadas sobre las orillas del R�o Candelaria y algunas poblaciones del partido de Champot�n, zonas olvidadas por m�s de un siglo. Su experiencia isle�a lo hab�a convencido de que la navegaci�n comercial era imprescindible y solicit�, con visi�n singular, que el gobierno federal procediera a la canalizaci�n de los r�os Candelaria, Palizada y Champot�n. Declar� tambi�n obligatoria la ense�anza de la mujer, y fund� escuelas de ni�as en Hopelch�n y Seybaplaya.
