El gobierno se dio a la tarea de llevar a cabo una reforma fiscal mediante "una legislaci�n lo m�s precisa y simplificada posible". Comenz� por abrogar una ley que arrendaba los impuestos sobre aguardientes, alcoholes y similares, otorgados a un amigo del r�gimen de 1936, quien daba al gobierno una cantidad rid�cula. Siguieron luego otras leyes que favorecieron el desarrollo en los renglones de industrias, construcciones, siembras y turismo. Particular importancia tuvo la legislacion que por varios a�os exim�a de impuestos a nuevas industrias. En efecto, la regulaci�n del fisco y el cuidado del erario p�blico cambiaron al Estado de M�xico. Se empezaron a realizar fuertes inversiones del sector privado, sobre todo en Tlalnepantla.
La distribuci�n de la tierra continu�. De manera especial se resolvi� el problema de la hacienda de La Gavia, cuya enorme extensi�n hab�a ido quedando entre ejidatarios y peque�os propietarios que se la disputaban. Con objeto de impulsar una agricultura mayormente intensiva, el Estado de M�xico entr� a la cruzada nacional del arado, "consistente en proporcionar a los campesinos, a muy bajo precio (1/3), el arado met�lico, induci�ndolos as� a abandonar el uso del de madera". Se increment� la fruticultura. En cambio, la explotaci�n de la madera era "devastadora y, con honrosos casos de excepci�n, fraudulenta". Tal situaci�n obedec�a a que "los gobiernos de los estados no tienen ninguna intervenci�n en este asunto, porque la ley respectiva es de jurisdicci�n federal y no local". La mayor parte de la leche consumida en la ciudad de M�xico en esos a�os proven�a de nuestra entidad, cuya producci�n alcanzaba los cuatro millones de litros diarios. Gran parte de los establos se localizaba en las regiones de Chalco y Tlalnepantla.