Los apoyos y el estilo


Mucho ayud� en este cambio el respaldo de �vila Camacho y el sesgo que en general estaba dando la pol�tica nacional debido a la segunda Guerra Mundial, cuya trama pol�tica Fabela conoc�a a fondo. Asimismo, el nuevo gobernante se rode� de gente nueva, cuyo dinamismo ser�a guiado por el mandatario. Unos fueron sus paisanos, como Alfredo del Mazo y Mario Col�n. Otros los reclut� de entre los que hab�an pertenecido a la juventud vasconcelista, como Adolfo L�pez Mateos, y no faltaron los de inquietudes art�sticas, Como V�ctor Manuel Villegas, o period�sticas, como Rodolfo Garc�a y Manuel L�pez P�rez.

En cuanto a la pol�tica period�stica, se foment� el mayor margen posible: todo se pod�a se�alar y criticar, aun en contra de los pudientes y del propio gobierno; libertad absoluta en todo, con la sola exclusi�n "de los temas referentes a pol�tica electoral", que hab�an de pasar por el visto bueno de don Isidro. El estilo de gobernar de Fabela, dentro del se�or�o que lo caracterizaba, no exclu�a el rompimiento de formalismos. Madrugaba para ir en busca de alguno de sus colaboradores o amigos, y sin m�s acompa�amiento enfilaban ora para �ste ora para aquel municipio, en visita tan informal como eficiente. As�, fuera de festejos y rutas preparadas, el mandatario conoc�a la realidad del estado.


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