Al asumir el mando, Sol�rzano encontr� arcas vac�as y sueldos de la burocracia sin pagar. Para superar la crisis se consigui� un pr�stamo federal y se cre� el Departamento de Inspecci�n Fiscal. El Ejecutivo pregon� que "la honrada administraci�n de los fondos p�blicos es suficiente para cubrir las asignaciones del presupuesto", y asegur� que en adelante quedar�an "garantizados los derechos de los servidores p�blicos".
Sin embargo, la p�rdida de las �ltimas cosechas trajo como resultado una pobreza acentuada en la mayor�a de la poblaci�n y en la recaudaci�n fiscal. Hubo necesidad de otorgar numerosas condonaciones del impuesto predial. La ca�da de la economia estatal registrar�a bajo Sol�rzano uno de sus peores momentos al final de 1935. El entusiasmo inicial de esta administraci�n decay� pronto y las expectativas se volvieron sombr�as, convirtiendo las promesas en amenazas: "Me ver� obligado a que se introduzcan en el presupuesto las modificaciones necesarias."