Los gobiernos de Curiel y Ahumada prestaron especial atenci�n a las comunicaciones, otorgando permisos para el tendido de peque�as v�as f�rreas de enlace con el Ferrocarril Central. En 1897, en representaci�n de varios consorcios extranjeros, Luis P�rez Verd�a obtuvo la autorizaci�n oficial para construir una l�nea entre Ameca y San Mart�n Hidalgo, la cual fue liberada de pagar impuestos durante 30 a�os. Poco antes, en 1895, el gobernador del estado autoriz� la introducci�n de tranv�as de mulitas en Ocotl�n. Por su parte, Guadalajara cont� con tranv�as el�ctricos a partir de 1907, a�o en que se inauguraron las rutas a Agua Azul y a Tlaquepaque.
Por otro lado, las compa��as extranjeras obtuvieron concesiones para construir nuevas v�as, como fue el caso de la ampliaci�n del ferrocarril de Guadalajara a Tequila, en 1895, por obra de una empresa norteamericana.
En 1904, el presidente D�az firm� un contrato con la Compa��a Sudpac�fico, cuyo objetivo era montar una l�nea f�rrea entre Sonora y Guadalajara, pasando por Culiac�n, Mazatl�n y Tepic. Para 1909 el gobernador Miguel Ahumada alcanz� a inaugurar el tramo entre Orend�in y Tequila, y para 1910 ya se encontraban terminados los troncales desde Empalme, Sonora, hasta el r�o Santiago, Nayarit, y de Magdalena a Guadalajara; pero pasaron 17 a�os antes de que ambos tramos quedaran unidos debidamente.
El trayecto de Guadalajara a Manzanillo, concesionado en 1898 al Ferrocarril Central, se vio suspendido en 1901 por falta de capital. No fue sino hasta octubre de 1909 cuando la primera locomotora lleg� a ese puerto.
Desde 1906 se hablaba con insistencia de nacionalizar los ferrocarriles. El ministro de Hacienda, consciente del excesivo poder alcanzado por las compa��as ferroviarias extranjeras, promovi� la creaci�n de la paraestatal Ferrocarriles Nacionales de M�xico, que cobr� vida en 1908 para hacerse cargo de 11 mil de los 20 mil kil�metros de v�as existentes.
Otro medio de comunicaci�n que comenz� a ganar importancia durante el Porfiriato fue el tel�fono, cuyos primeros aparatos se instalaron en Guadalajara en 1884. Para 1900 hab�a ya dos mil kil�metros de l�neas que comunicaban a las poblaciones m�s importantes. Al igual que hab�a ocurrido con los ferrocarriles y los tranv�as, los concesionarios del servicio telef�nico recibieron toda clase de facilidades y una prolongada exenci�n de impuestos Algunas empresas que prestaron el servicio fueron la Telef�nica Sanjuanense, con una l�nea entre Guadalajara y Lagos; la Telef�nica de Zapotl�n, entre la capital del estado y Pihuamo; y la Telef�nica Occidental, que conect� a Uni�n de Tula con Ayutla.
Con el advenimiento del ferrocarril mejor� notablemente el servicio postal,
ya que a partir de cada estaci�n se organizaron nuevas rutas. Asimismo, en 1893
comenz� a ofrecerse el servicio de giros nacionales y, poco despu�s, al extranjero.
