Durante la primera d�cada del siglo XX
comenzaron a hacerse evidentes los anhelos de mayor preeminencia eclesi�stica, tras la promulgaci�n en 1891 de la enc�clica Rerum Novarum, de Le�n XIII. Este documento, que condenaba los excesos del capitalismo y pugnaba por mejores relaciones obrero-patronales, dio pie a que la Iglesia mexicana sobrepasara con mucho la preocupaci�n gubernamental por mejorar el nivel de vida de los trabajadores.
En 1902 tuvo lugar en Guadalajara el Primer Congreso Nacional Cat�lico, inspirado en la referida enc�clica, en el que sobresali� Miguel Palomar y Vizcarra por su propuesta para establecer cajas de ahorro para trabajadores. Motivado tambi�n por este congreso, el arzobispo dispuso una equitativa distribuci�n de los diezmos en las escuelas parroquiales. Asimismo, orden� la reorganizaci�n del Bolet�n Eclesi�stico y autoriz� la creaci�n de El Regional, el primer diario cat�lico de Guadalajara.
En octubre de 1906 se celebr�, tambi�n en la capital jalisciense, el Tercer Congreso Cat�lico Nacional y Primero Eucar�stico, el cual plante� la obligaci�n patronal de dar un mejor trato al obrero, concederle descanso dominical, crear escuelas para sus hijos y pagarle un salario justo. Sin embargo, algunos can�nigos se mostraron contrarios a tales resoluciones, sobre todo la referente al pago.
Desde que fue celebrado el Primer Congreso Cat�lico Nacional se produjo una creciente desobediencia a las leyes del culto externo por parte de los p�rrocos for�neos. Esto oblig� a que, al mediar 1906, el gobierno del estado reimprimiera y diera a conocer el texto legislativo que prohib�a la celebraci�n de actos de culto p�blico en los atrios de los templos y en los cementerios. Comoquiera, para 1907 era perceptible que la Iglesia interven�a ya abiertamente en toda clase de actividades, haciendo caso omiso a las disposiciones gubernamentales. De hecho, la arquidi�cesis de Guadalajara estaba a la cabeza de un movimiento que empez� a promover cambios en las relaciones sociales, econ�micas y pol�ticas de los jaliscienses.
El �ltimo Congreso Cat�lico Nacional tuvo lugar en la ciudad de Oaxaca a principios de 1909. En él se propuso instituir la jornada m�xima de trabajo de siete ocho o nueve horas, seg�n el sexo y la edad del trabajador, y tambi�n se trat� de los accidentes de trabajo y el derecho de huelga. Pero los obispos y arzobispos que asistieron firmaron despu�s una carta pastoral para atenuar los planteamientos.
Estos cuatro congresos pretend�an que la Iglesia volviera a desempe�ar en la
vida p�blica nacional el preponderante papel de anta�o. En consecuencia, tambi�n
en 1909, se fund� en la ciudad de M�xico el C�rculo Cat�lico Nacional "para
preparar a los cat�licos en la necesaria actuaci�n pol�tica". De hecho, esta
agrupaci�n apuntaba a la fundaci�n de un partido cat�lico, lo que pudo hacerse
el 3 de mayo de 1911, cuando la ca�da del presidente D�az era inminente.