NO ES F�CIL OFRECER una s�ntesis del pasado antiguo de M�xico, o mejor dicho, de lo que los cient�ficos llaman Mesoam�rica. Despu�s de un largo periodo, muy mal conocido y de relativa indiferenciaci�n cultural, que corresponde a la prehistoria, vienen 3 000 a�os de creaci�n y evoluci�n de sociedades complejas. Esas sociedades se encuentran sometidas a dos movimientos contrarios, el primero hacia el centro, que las une y entrelaza; el segundo, que afirma las personalidades regionales. Del primero, los mejores ejemplos son Teotihuacan, los toltecas, M�xico-Tenochtitlan. Del segundo, nuestra regi�n es el teatro.
Vale recordar el calendario generalmente aceptado: la �poca L�tica (de la piedra) empieza con la llegada del hombre a Am�rica, desde Asia, unos 70 000 a�os antes de Cristo. Y se prolonga hasta 8 000 a.C.; luego sigue el periodo Arcaico (8 000 - 3 000 a.C.). Las tres fases siguientes se conocen como Precl�sico o Formativo (3 000 a.C.- 250 de nuestra era), Cl�sico (250 a 900) y Poscl�sico (900 -1521). Cada una de las tres fases tiene sus divisiones y subdivisiones.
Un nuevo calendario prefiere unificar el periodo que corre de 3 000 a�os a.C. a la Conquista, para distinguir un periodo inicial (3 000-1 700 a.C.), un horizonte antiguo (1 700-1 150 a.C.) que coincide con la extensi�n m�xima del fen�meno olmeca, el primer periodo intermedio (1150 a.C. - 200 de nuestra era), el horizonte medio (200 -750) marcado por Teotihuacan, el segundo periodo intermedio (750-1 400) y el horizonte reciente, que corresponde a la expansi�n azteca o mexica.