A fines del siglo XVIII
la regi�n de Tepic conoci� una gran actividad econ�mica a lo largo del camino que un�a el nuevo puerto de San Blas a Guadalajara, pasando por Tepic, Ahuacatl�n e Ixtl�n. A partir de 1768 el puerto de San Blas, fundado como base militar y astillero, estimul� la econom�a regional. Para Espa�a, ese "Gibraltar del Pac�fico" era el punto estrat�gico para defender y conservar las Californias contra los ingleses de Canad� y los rusos de Alaska. Para la Nueva Galicia, San Blas fue un foco de actividad muy bienvenido.
El comercio de Tepic se beneficiaba definitivamente con la presencia de la base naval. Sus agricultores produc�an para avituallar el puerto, las flotas y las expediciones hacia el norte. Empezaron a llegar productos europeos. En el periodo 1794-1796 San Blas qued� habilitado para comerciar con cuatro reinos, y en 1795 Guadalajara tuvo su consulado, acontecimiento decisivo en la historia de Tepic.
El comercio de Tepic se lanz� a la distribuci�n de efectos en toda la regi�n que comprende hoy Nayarit y el sur de Sinaloa. Participaban en esa actividad tanto gente de Tepic como de Guadalajara, y hubo muchos matrimonios entre familias de ambas ciudades.
Un informe de 1814 dice:
La agricultura est� en aumento en esta ciudad, pues a ella se dedican casi la mayor parte de los vecinos, de manera que por la misma raz�n nunca es temible la falta de semillas de primera necesidad. Lo mismo digo en cuanto a la dedicaci�n de estas gentes al cultivo y beneficio de hortalizas en los extramuros u orillas de esta dicha Ciudad, que como [cada] casa en sus aguas abunda en legumbres, conque abastecida �sta surte al Puerto de San Blas, y a sus bosques cuando lo necesitan.
Los ingenios y plant�os de ca�a no son tan escasos que dejen de abastecer a esta Ciudad de panocha para el consumo de ella, y poderse extraer considerable porci�n de cargas a otros destinos.
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4. INAH,
1976. Florece entre estos vecinos la industria a tal grado que casi muy poco necesitan
de los efectos de otro pa�s del Reyno, porque en las oficinas de telares no
s�lo se fabrican los tejidos de mantas corrientes, sino que tambi�n se hace
coco, sayalas, pa�etes, rebozos, cintas, borl�n, y lona suficiente para auxiliar
los buques de dicho Apostadero, pinturas de estampados, cabos azules de coco
y manta, de cuyos trabajos se emplean muchas gentes. Los sombrereros trabajan
con tanta perfecci�n que imitan a los de esa Capital en sus obras finas y de
todas figuras de moda, semejando aun a las extranjeras; y los alfareros hacen
los labrados de losa corriente, suficiente al surtimiento y consumo de este
com�n, alcanzando para el de San Blas y embarque de alguna losa necesaria para
Californias, sin necesitarse ya la que anteriormente se tra�a del Pueblo de
Tonal�.
El ramo de Comercio se haya prosperado a causa del desembarque por dicho Puerto de San Blas, y restablecido por duplicado en el dem�rito que padeci� en la insurrecci�n.
[1810]
El Puerto de Xalisco tiene s�lo el comercio de maderas conque abastece a esta Ciudad de vigas y tablas; y a�n en sus montes fabrican alguna brea. Es muy abundante en Agricultura, pues a causa de tener muchas tierras y buenas de pan-llevar, todos los m�s se dedican a sembrar ma�z y frijol, y con este motivo nunca les faltan dichas semillas y as� antes les sobran algunas para vender.
El Pueblo de San Andr�s toda su Industria y Comercio es hacer equipales y venderlos en esta Ciudad y Puerto de Sn. Blas, y su siembra es tan corta que ni para ellos mismos les alcanza.
La Villa de Huaristemba est� enteramente deteriorada y sus pocos habitantes se mantienen de jornaleros y operarios.
Los pueblos de Huamamota, Mecatan y Jalcotan, toda su Industria, Agricultura y Comercio son sus platanares, con los que se mantienen todo el a�o, vendi�ndolos all� mismo y conduci�ndolos para lo mismo a esta Ciudad y Puerto de San Blas.
El Real de Huichichila en grande decadencia, y aun sali�ndose la poca gente que all� hay por el escaso arbitrio que tienen para mantenerse.
Es cuanto puedo informar a V.S. en cumplimiento de lo mandado. Dios Guarde muchos a V.S. Tepic, 10 de marzo de 1814. Jos� Antonio Garc�a.