1. Nayarit a primera vista

1. Nayarit a primera vista


Costa, llano y sierra forman una trinidad geogr�fica que se ha alejado recientemente del estado natural. Hasta 1950 la costa y la sierra no hab�an sufrido demasiado las acciones del hombre, que en cambio s� hab�a transformado mucho el llano. Aqu� el altiplano se deshace en tierras h�medas y calientes, se despe�a en barracas interminables. Cuando uno viene de Guadalajara por la carretera vieja, o se mete a la sierra del Nayar a caballo, se siente muy chiquito frente a la monta�a y no siempre gana contra esta locura de curvas y de abismos.

Viniendo de Guadalajara hacia Tepic, despu�s de las barrancas que durante siglos aislaron nuestra regi�n, entra uno a un estrecho y verde corredor, encajonado entre monta�as �speras: Ixtl�n, Ahuacatl�n, Jala, Mexpan se llaman los pueblos que nos encaminan hacia Tepic. Se rodea el gran volc�n Ceboruco, mal apagado con sus fumarolas, capaz de despertar en cualquier momento; se sube entre pinos y encinos al monte de los Cuartos para luego bajar al hermoso y verde valle de Tepic, dejando a mano derecha la laguna de Santa Mar�a y la sierra, y a mano izquierda los llanos que llevan a Compostela, donde pasta tranquilamente el ganado.

Despu�s de Tepic, "ciudad que poco riesgo corre de convertirse en monumento colonial", como dijo alg�n viajero, la carretera federal nos lleva a San Blas y camino a Mazatl�n. Se corre a lo largo de una indecisa geograf�a que no termina de ser monte, selva o llanura. Las tierras pr�digas ostentan tabacos, ca�as y frutales. Por un puente cruzamos el r�o Santiago, que fue Lerma a lo largo de medio altiplano, desde Toluca hasta Jalisco. Aqu� se vuelve a un r�o grande, ancho y tumultuoso que desemboca en el Pac�fico de las marismas y de los esteros; muy cerca se encuentra un peque�o pueblo, famoso por ser redondo, por estar en medio del agua y por tener "una de las cocinas m�s sutiles y broncas de la gula nacional": Mexcaltitan. Pronto llegamos a la tierra de las gardenias, Acaponeta, que tiene las costumbres y el estilo de Sinaloa. La sinaloense Escuinapa es su hermana gemela. Sinaloenses y nayaritas de esa zona fronteriza se quieren y se confunden y se ven como de la propia casa.

Nayarit, como estado, mide 280 km en su mayor longitud y tiene una anchura media de 95 kil�metros. Cubre cerca de 28 000 Km�, incluyendo la superficie de sus islas. La fantas�a de sus fronteras administrativas ofrece la silueta de un cargador. Las sierras que forman la carga del hombre ocupan una extensi�n considerable, de tal modo que podemos decir que Nayarit es la vertiente occidental de la sierra Madre, que baja desde las c�spides, de 2 500 metros de altura, hasta las playas del Pac�fico.

A las sierras se deben la diversidad de climas, suelos y vegetaci�n, las dificultades para los transportes, el aislamiento que ha permitido la conservaci�n de grupos ind�genas y la afirmada personalidad. A las sierras y a sus barrancas se debe en parte el hecho de que Nayarit se haya organizado separado de Jalisco, Durango y Zacatecas, tres de sus cuatro vecinos. A ellas se debe el agua, que es la mayor riqueza del estado.

Cuando el emperador Carlos V pregunto al conquistador Hern�n Cort�s a qu� se parec�a M�xico, �ste tom� un papel sobre la mesa, lo hizo bola, lo arrug� y lo solt� diciendo: "As� es M�xico, sierras y barrancas". As� es gran parte de Nayarit.

Cort�s habl� tambi�n de los tres escalones que forman la costa caliente, el altiplano y la sierra. Nayarit conoce esa gradaci�n. La costa y el altiplano tienen un clima tropical con una estaci�n de aguas de cuatro meses, de junio a octubre, que trae entre 1 300 mm y 1 500 mm de lluvias anuales. Eso es suficiente para tener bosques y selvas hermosas. La estaci�n de secas hace que el bosque sea bastante fr�gil y no vuelva a crecer despu�s del desmonte.

La costa muy h�meda tiene una selva tropical tupida cerca de San Blas y Compostela.

En Tepic termina el altiplano que empieza en Puebla y atraviesa todo el pa�s a lo largo de 1 200 km�. Al sur est� bordeado por una l�nea de volcanes que van del Pico de Orizaba hasta el Ceboruco. En Nayarit el altiplano se encuentra m�s bajo que en el centro del pa�s: Ixtl�n est� a 1 000 m de altura, y los valles de Compostela y Tepic un poco m�s bajos. La ca�a y otros cultivos tropicales anuncian el calor del golfo de San Blas. Entre Tepic y San Blas se levanta la muralla espl�ndida del Cerro San Juan (2 300 m), frente al Sanganguey (2 150 m). Esas monta�as reciben muchas lluvias que hacen la fortuna agr�cola del valle de Tepic, tambi�n conocido como valle de Matatipac.

La sierra Madre Occidental est� hecha de rocas volc�nicas dispuestas en anchas masas, separadas por hondas barrancas. Llueve en verano, pero mucho menos que abajo (770 mm en Paso de la Yesca), y la falta de agua es un problema serio para el hombre. Hay bosques hermosos pero poco densos; las tierras cultivables son muy escasas, por lo que la sierra no est� densamente poblada. En ella viven algunos miles de indios en condiciones muy dif�ciles. Esa sierra sigue hacia el noroeste a lo largo de m�s de 1 000 km y es tan amplia como toda Italia. En Nayarit los afluentes del r�o Santiago la transforman en un laberinto de barrancas que pueden generar energ�a hidroel�ctrica.

La diversidad, la variedad, es la caracter�stica dominante del clima. Las temperaturas van de cero grados en invierno en la sierra de la Yesca a 40 grados en el centro del estado, donde se juntan los r�os Santiago y Huaynamota. El clima es c�lido en la zona coste�a, as� como en las ciudades de Acaponeta, Tecuala, Tuxpan, Ruiz, Santiago Ixcuintla y partes de los municipios de Rosamorada, Tepic y Compostela; templado en los llanos m�s altos (Tepic, Compostela, Jalisco), con temperaturas m�s frescas en la sierra.

Los suelos, las temperaturas y las lluvias se combinan con las monta�as y los valles para definir una serie de peque�as regiones bien distintas. Si se parte de la costa, s� encuentra primero una vegetaci�n tropical exuberante; a una altura media de 800 m crecen los encinos y robles, y en seguida vienen los pinos. En las partes calientes y templadas desmontadas por el hombre encontramos la sabana: pasto sembrado de alguno que otro �rbol. En esa naturaleza viven muchos animales. Entre las aves mencionaremos los patos, las garzas, los pel�canos y los gansos. En la sierra se pueden encontrar tigre, lobo, jabal� y venado; en los valles, armadillo, liebre y zorra. Los esteros y las lagunas son muy poblados: osti�n, camar�n, jaiba, peces. Hay gran variedad de reptiles, como el caim�n, la cascabel, el coralillo y muchas serpientes no venenosas.

Con excepci�n de la sierra, nuestra regi�n tiene agua en abundancia; en mucho mayor medida en la zona de los esteros.


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