Hacia Quer�taro


Monterrey volvi� a ser ocupada —definitivamente— por las fuerzas nacionales. Escobedo se dedic� a reorganizar la administraci�n p�blica y a normalizar la educaci�n, reabriendo el Colegio Civil. Honr� tambi�n al h�roe de Puebla, decretando el establecimiento de la municipalidad de General Zaragoza, el 16 de septiembre de 1866.

Instalado el cuartel general en Linares, Escobedo intervino en el serio problema suscitado en Matamoros, por la capitulaci�n de Jos� Mar�a Carvajal ante el general imperialista Tom�s Mej�a; y en los que provoc� Servando Canales al desconocer al general Santiago Tapia y al propiciar el paso de fuerzas de los Estados Unidos a aquel puerto fronterizo.

Resueltos tales conflictos y organizadas sus tropas, march� al interior del pa�s. En el trayecto venci� en San Jacinto a Miguel Miram�n. Avanz� despu�s a Quer�taro, cuyo sitio sostuvo hasta la rendici�n de Maximiliano, el 15 de mayo de 1867.

Entre los cuerpos militares de Nuevo Le�n que mayor participaci�n tuvieron en esa �poca, conviene mencionar a los Rifleros de China, organizado con estudiantes del Colegio Civil por Narciso D�vila; Legi�n el Norte; Supremos Poderes, que custodi� a Ju�rez hasta Chihuahua; Carabineros de Lampazos; Libres de la Frontera y Cazadores de Galeana.


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