Algo que vino a consolidar el inter�s por este nuevo tipo de actividades fue la celebraci�n de dos exposiciones, auspiciadas por el gobierno local. La primera, abierta en el edificio del Colegio Civil, en septiembre de 1880, constituy� todo un �xito: 115 expositores presentaron sus productos. En la segunda, celebrada en septiembre de 1888, en el Gran C�rculo de Obreros, hubo cien expositores m�s que en la anterior.
De tal manera se aviv� el optimismo entre los hombres de empresa que decidieron participar en la exposici�n de Nueva Orle�ns, en 1884, en la Internacional de Paris, en 1889, y en la de San Antonio, en el mismo a�o.
As�, las dos d�cadas comprendidas entre los a�os de 1890 y 1910 fueron de un desenvolvimiento industrial que no seria hiperb�lico calificar de asombroso. Fueron establecidas entonces las grandes empresas que dar�an impulso notable a Monterrey, algunas de las cuales, despu�s de noventa a�os, contin�an en actividad, excepto la Fundidora. En 1890 se establecieron la Cervecer�a y la Ladrillera; en 1900, la Fundidora; en 1905, Cementos Hidalgo; en 1909, la Vidriera, etc�tera.
Los cambios fueron tan r�pidos que ya para mediados de la d�cada de 1890 el car�cter de la ciudad y el esp�ritu de los regiomontanos se identificar�a con el modo de ser de nuestros d�as.
