La entrada de 1747


La primera entrada de Escand�n a Tamaulipas (enero-marzo de 1747) fue de inspecci�n y podr�a ser calificada de espectacular. El plan fue realizado con car�cter envolvente entre Tamaulipas y Bah�a de Esp�ritu Santo, simult�neamente. El 7 de enero sali� de Quer�taro. Dos religiosos, fray Jos� de Velasco y fray Lorenzo de Medina, un capit�n, dos sargentos, diez soldados y algunos sirvientes le acompa�aron. En el trayecto, se le fueron incorporando otros capitanes con su gente, conforme lo ten�a ordenado. El mayordomo de la hacienda de San Alberto se le agreg� con cuarenta hombres y Antonio Fern�ndez con 150, en Tula. El alcalde de Labradores (Galeana) contribuy� con 20. El contingente sobrepas� los 200 hombres, sin contar a herradores, muleros, 50 sirvientes y 30 indios aliados.

Escand�n hab�a ordenado que de P�nuco y Tampico salieran desde el d�a 20 un capit�n y 150 soldados a reconocer la costa. El capit�n de Valles, con igual n�mero de hombres, saldr�a por el centro. A unos y otros dar�a cuatro d�as de ventaja para ponerse en igual paralelo de Jaumave. A fin de hacer la marcha igual. De la misma manera hab�a ordenado al capit�n de la Bah�a de Esp�ritu Santo que con 25 soldados y otros 25 que le enviar�a el gobernador de los Adaes, saliera el 22 rumbo al sur, hasta encontrarse con �l. De la provincia de Coahuila el capit�n Miguel de la Garza Falc�n saldr�a el 21 de febrero con 50 soldados y 25 indios aliados, hasta llegar a la costa. En Nuevo Le�n se movilizaron dos cuerpos distintos. El capit�n Blas Mar�a de la Garza Falc�n sali� de Cerralvo el 21 de enero con 42 soldados, con rumbo a la confluencia del San Juan y el Bravo, para continuar hasta el Golfo. Por su parte Antonio Ladr�n de Guevara sali� de Linares el 28, con 53 soldados, por la ribera del Conchos, donde se incorpor� a Escand�n, para llegar al Bravo el 24. El campamento de todas las fuerzas fue establecido a 12 leguas de la desembocadura.

Todos los cuerpos armados ten�an orden de reconocer, durante sus jornadas, el terreno, los r�os, ensenadas, el temperamento, los indios, etc. Sobre este particular Blas de la Garza Falc�n inform� acerca de los lugares aptos para la cr�a de ganado y sobre que los indios, en su mayor parte, eran ap�statas. Ladr�n de Guevara inspeccion� las salinas de la Barra y procur� averiguar la distancia entre �sta y el Bravo. De Nuevo Le�n acompa�aron a Escand�n, entre otros, el capit�n Carlos Cant�, el alcalde mayor de Labradores, Francisco Manrique de Lara y el marqu�s del Castillo de Aysa, due�o de la hacienda de Soledad, en el sur del reino. La expedici�n se prolong� por tres meses. El viaje de retorno de cada una de las columnas, incluso la de Escand�n, se hizo por caminos distintos, para mayor conocimiento del terreno.

"Esta gloriosa funci�n —hab�a dicho Escand�n en su carta de 13 de octubre enviada a Monterrey— se dirige al establecimiento en toda la costa y fronteras de este reino [el de Le�n] de nuestra santa fe cat�lica y asegurar los dominios de nuestro rey y se�or en gran beneficio de los habitadores de estas fronteras."


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