La rebeli�n de la Sierra Gorda


El territorio de la Sierra Gorda, que es una derivaci�n de la Sierra Madre Oriental, abarca parte de los actuales estados de San Luis Potos�, Hidalgo, Quer�taro y Guanajuato. Comprende regiones heterog�neas por la diversidad de alturas, climas, flora y fauna. En este territorio se hab�an asentado tanto comunidades ind�genas, principalmente pames y jonaces, as� como rancheros y peque�os propietarios criollos y mestizos. Durante el siglo XIX se intensificaron los conflictos entre las comunidades ind�genas y las de los dem�s grupos por el acceso a los recursos naturales: la tierra, el agua y, primordialmente, los bosques. Si bien es una regi�n natural intrincada, no es menos real la existencia de un corredor natural hacia Tampico que la convirti� en una ruta comercial importante, sobre todo ajena a controles fiscales. El territorio era, pues, propicio para albergar todo tipo de inconformes, aun los provenientes de otras regiones.

A partir de 1847, la rebeli�n de la Sierra Gorda estuvo dirigida por desertores de ese ej�rcito mexicano que enfrent�, a las �rdenes de los generales Ampudia y Santa Anna, a los invasores estadounidenses. El pol�tico potosino Manuel Ver�stegui, para tratar de explicar la rebeli�n y el comportamiento de los desertores, afirm� que

El levantamiento se extendi� por una vasta zona de la Sierra y abarc� parte de los estados de Veracruz, Hidalgo, Puebla, Guanajuato, Quer�taro y San Luis Potos�. Las poblaciones de Santa Mar�a del R�o, Xich� y Rioverde fueron el eje por el que se movieron los rebeldes entre 1847 y 1849.

En agosto de 1847 surgi� en ese contexto Eleuterio Quiroz, desertor del ej�rcito, quien con Miguel Chaire, un propietario de la regi�n pr�cticamente en quiebra, reuni� un grupo armado que atac� xich� y se pronunci� a favor de los estadounidenses, para lo que invitaron a todos los habitantes de la sierra. Les ofrecieron a cambio el uso libre de los terrenos bald�os y maderas de la sierra, la divisi�n de las haciendas, la exenci�n de todas las contribuciones, abolici�n de la leva, extinci�n de los derechos parroquiales y la expropiaci�n de los bienes de todos los adictos al gobierno. El gobierno de Guanajuato ofreci� indulto a los rebeldes; muchos se acogieron a �l pero no Quiroz, por ser desertor.

A partir de diciembre de 1847 Quiroz y su grupo se distinguieron por sus ataques a los grupos dominantes de la regi�n.

Los esfuerzos por parte del gobierno general y los de los estados para acabar con la sublevaci�n de la Sierra tuvieron �xito parcialmente, pues no lograban establecer la paz definitiva.

Al tiempo del levantamiento de Quiroz, Tom�s Mej�a, militar queretano, tuvo la capacidad de unir y encauzar el descontento de los ind�genas, de los militares y de las autoridades civiles que difer�an de las medidas pol�ticas adoptadas por el gobierno de la Rep�blica. En junio de 1848 se pronunciaron con un plan cuyo lema era: "Libertad y guerra al invasor"; desconocieron al gobierno, declararon la guerra sin tregua al invasor, as� como castigo y expropiaci�n a los que se opusieran al plan y nulificaci�n de todas las contribuciones impuestas. En julio, los ind�genas del norte de Hidalgo se unieron a la rebeli�n y el movimiento se extendi� hasta Huauchinango, Tamazunchale y Huejutla. En agosto el presidente Jos� Joaqu�n de Herrera concedi� el indulto a los militares disidentes y a las comunidades rebeldes. Mej�a se acogi� al indulto y con �l muchas comunidades ind�genas.

En marzo de 1849 Quiroz tom� Ciudad Fern�ndez, Rioverde y Santa Mar�a del R�o. Manuel Ver�stegui, administrador de haciendas y pol�tico de la regi�n, redact� para Quiroz el Plan pol�tico y eminentemente social del Ej�rcito Regenerador de la Sierra Gorda, en el que solicitaba una mejor distribuci�n de la tierra a las clases menesterosas del campo, la erecci�n en pueblos de las haciendas y ranchos que ten�an m�s de 1 500 habitantes, el acceso de los arrendatarios a tierras bajo una renta moderada; adem�s, propon�a la disoluci�n del ej�rcito y su reemplazo por una guardia nacional. La opini�n p�blica lo consider� obra de bandidos y vagos, con ideas socialistas.

El gobierno logr� celebrar un tratado de paz con los sublevados por el que los amnisti� y otorg� a Quiroz el mando militar de Xich�. Sin embargo, la lucha continu� y en el mes de agosto Jos� L�pez Uraga venci� a cerca de mil rebeldes. En octubre, Tom�s Mej�a derrot� y aprehendi� a Quiroz. Los prisioneros y sus familias fueron trasladados a los estados de Durango, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Guanajuato por �rdenes del general Mariano Arista. Quiroz fue fusilado en diciembre. "Hizo testamento, dejando por toda propiedad dos pesos, sus cuatro caballos de campa�a, una reliquia de oro y un asno".

A fines de 1849 se fundaron tres colonias militares en la Sierra Gorda para mantener la paz. En 1850 se restablecieron las misiones dependientes de los colegios de Santa Cruz de Quer�taro y Orizaba. A fines de 1853, el presidente Antonio L�pez de Santa Anna erigi� el territorio federal de la Sierra Gorda, que inclu�a las colonias militares de San Ciro en San Luis Potos�, Arista en Quer�taro y la parte de la sierra de Guanajuato hasta Santa Rosa Uraga en el Departamento de M�xico. Sobre la rebeli�n de Sierra Gorda, Leticia Reina ha escrito que




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