La salud p�blica


Durante la era de Ca�edo se iniciaron en Sinaloa los esfuerzos gubernamentales en favor de la salud p�blica; en �pocas anteriores, los problemas de salubridad eran atendidos por los particulares o por las instituciones religiosas. A mediados del siglo XIX no hab�a m�dicos en Sinaloa, ni farmacias ni hospitales; se atend�a a los enfermos con los procedimientos de la medicina tradicional, a cargo de curanderos emp�ricos. En 1854 se fundaron en Mazatl�n los dos primeros hospitales, el militar y el civil, con capacidad para 34 internos.

La medicina moderna empez� en Culiac�n gracias al doctor Ignacio Praslow, de origen alem�n, quien fue director del primer hospital de la ciudad, el hospital de El Carmen, que fundara el obispo Uriarte. Hubo tambi�n en Culiac�n otros tres m�dicos extraordinarios, los doctores Ram�n Ponce de Le�n, Ruperto L. Paliza y Andr�s Vidales. Durante la era de Ca�edo se rehabilitaron en Mazatl�n los hospitales que ya exist�an, que fueron atendidos por m�dicos de gran capacidad profesional, los doctores Martiniano Carvajal, Juan Jacobo Valad�s y Luis Lerdo de Tejada. Asimismo se fundaron hospitales en Concordia, Cosal�, El Rosario y Sinaloa. Tambi�n en este periodo el Colegio Rosales abri� la carrera de qu�mico farmac�utico.

Los anales sinaloenses registran tres cat�strofes durante la era de Ca�edo. La primera fue la hambruna de 1878 que se present� en el norte y centro del estado, despu�s de una larga sequ�a. La falta de alimentos incidi� sobre una poblaci�n ya de suyo desnutrida, e hizo que proliferaran varias enfermedades, especialmente el tifo, que caus� muchas defunciones. El reci�n instalado gobierno de Francisco Ca�edo tuvo muchas dificultades para conseguir alimentos y detener las violentas manifestaciones de inconformidad del pueblo. M�s tarde brot� una epidemia de fiebre amarilla, que empez� en Mazatl�n en el a�o de 1883 y se extendi� a Culiac�n. La epidemia mat� a la soprano �ngela Peralta, quien se encontraba en Mazatl�n con su compa��a de �pera. Per� m�s grave fue la epidemia de peste bub�nica que sufri� Mazatl�n en 1902 y que caus� la m�s grande mortandad que se recuerda en Sinaloa. Las epidemias de 1883 y de 1902 fueron combatidas eficazmente por los m�dicos sinaloenses, quienes evitaron que los estragos fueran mucho mayores.


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