La poblaci�n


Durante el periodo que nos ocupa, 1700-1767, las provincias del noroeste tuvieron notables cambios demogr�ficos, tanto en el sector ind�gena como en el no ind�gena, seg�n se aprecia en los datos de los cuadros V.1 y V.2.

CUADRO V.1. Poblaci�n ind�gena en las provincias de Sinaloa, Culiac�n, Copala, Maloya y El Rosario
Tabla de comparaci�n de 1660, 1720 y 1760 de la poblaci�n ind�gena de las provincias del noroeste de Sinaloa con un notable cambio demogr�fico.
FUENTE: Peter Gerhard, La frontera norte de Nueva Espa�a, p. 310.

Los datos de la poblaci�n ind�gena son muy interesantes porque indican que se detuvo la ca�da demogr�fica que afect� a los indios a partir de 1531. Efectivamente, en la primera mitad del siglo XVIII la poblaci�n alcanz� su m�nimo nivel e inici� una fase de recuperaci�n, si bien lenta, con el consiguiente aumento en la disponibilidad de trabajadores, sobre todo en la provincia de Sinaloa.

CUADRO V.2. Poblaci�n no ind�gena en las provincias de Sinaloa, Culiac�n, Copala, Maloya y El Rosario
Tabla de comparaci�n de 1750,1759 y 1790 de la poblaci�n no ind�gena de las provincias del noroeste de Sinaloa. La poblaci�n no ind�gena superaba a la ind�gena. Era un �rea predominantemente mestiza y la cultura ind�gena perd�a influencia.
FUENTE: Peter Gerhard, La frontera norte de Nueva Espa�a, p. 310, 317, 323, 327, 337, 343.

Tambi�n se observa que la poblaci�n de colonos creci� con ritmo acelerado en la provincia de Sinaloa, y con menor intensidad en las �reas de Culiac�n, Copala, Maloya y El Rosario, lo que muestra que las provincias del norte continuaron atrayendo colonos de otras regiones del virreinato, con seguridad porque ofrec�an buenas perspectivas econ�micas.

Hacia el a�o de 1760, en las provincias de Copala, Maloya y El Rosario la poblaci�n no ind�gena superaba a la ind�gena en proporci�n de tres a uno. Se trataba, pues, de un �rea predominantemente mestiza donde la cultura ind�gena perd�a influencia, en comparaci�n con las provincias de Culiac�n y Sinaloa. En la provincia de Culiac�n, la composici�n de la poblaci�n era 54% no ind�gena y 46% ind�gena. En la de Sinaloa, continuaba el predominio de la poblaci�n ind�gena (57%) sobre la otra (43%). En las cifras de los cuadros tambi�n puede observarse que la tendencia demogr�fica se inclinaba al predominio de la poblaci�n no ind�gena sobre la ind�gena, situaci�n que permanece hasta el presente.


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