Clausuradas las sesiones del Congreso constituyente, se pas� a la elecci�n de la primera asamblea legislativa y del primer gobernador constitucionales, por el procedimiento indirecto que establec�a la ley electoral. �sta fue la primera confrontaci�n pol�tica entre los dos grupos que quedaron en Sinaloa, los de Culiac�n y los de Cosal� y El Rosario. Aunque no conocemos los detalles del proceso electoral, fue claro el predominio de los notables del sur del estado, tanto en la asamblea legislativa como en el poder ejecutivo, pues la asamblea instalada el 10 de junio de 1832 decret� que Francisco Iriarte hab�a sido electo primer gobernador constitucional, a pesar de que estaba en M�xico y pr�ximo al fin de sus d�as. En su lugar, el 20 de julio asumi� el poder Manuel Mar�a �lvarez de la Bandera, electo vicegobernador y miembro de los notables de Cosal�, a pesar de ser nativo de Culiac�n.
El periodo de gobierno de �lvarez de la Bandera dur� hasta febrero de 1834, es decir, dos a�os escasos, durante los cuales las acciones de los notables de Culiac�n y las intromisiones del gobierno general de la rep�blica en la pol�tica interna del estado amenazaron la estabilidad del ejecutivo. El 26 de febrero fuerzas del ej�rcito federal al mando del general Carlos Cruz Echeverr�a y del coronel Jos� Urrea atacaron en Culiac�n a las milicias del estado, las derrotaron y tomaron preso a �lvarez de la Bandera. La raz�n de esta acci�n militar fue el soborno que el grupo De la Vega ofreci� a los jefes castrenses para derrocar al gobierno leg�timo y abrirse camino al poder. Pero no fue inmediato el triunfo de los notables de Culiac�n, porque �lvarez de la Bandera huy� de la prisi�n, se refugi� en Cosal� y recibi� el apoyo de las autoridades de El Rosario, Concordia y Cosal�. La resistencia del gobernador leg�timo se prolong� hasta el 23 de enero de 1835, fecha en que renunci� a su cargo a instancias del comandante militar del estado, general Jos� Mora, enviado por el presidente Santa Anna para resolver los problemas de Sinaloa. Este mismo d�a, la legislatura nombr� gobernador provisional a Manuel Mar�a de la Vega y R�bago, jefe del grupo de Culiac�n, que as� inici� una dominaci�n pol�tica y econ�mica sobre gran parte de la sociedad sinaloense que se prolongar�a 14 a�os.
La familia De la Vega tuvo su origen en dos inmigrantes espa�oles de mediados del siglo XVIII,
Baltasar Ignacio y Juan Francisco de la Vega, que se instalaron en la villa de San Miguel de Culiac�n y se casaron con mujeres de las familias de alcurnia. Su descendencia fue muy abundante y estableci� alianzas con las familias ricas y poderosas de la regi�n. As�, acab� por tener relaciones de parentesco con familias importantes como B�tiz, Zayas, Verdugo, L�pez de Siqueiros, Gaxiola, Posada, R�bago, Mart�nez de Castro, Fern�ndez Rojo, D�ez Mart�nez y otras m�s. Un siglo m�s tarde, hacia la d�cada hacia de 1830, la rama principal de la familia era la De la Vega y R�bago, encabezada por Manuel Mar�a. En familia tan extensa hab�a personas de muy diversas ocupaciones, pero los De la Vega y R�bago eran comerciantes mayoristas y llegaron a ser el grupo que controlaba el comercio en el norte y centro de Sinaloa. Las mercanc�as extranjeras entraban por el puerto de Altata y casi siempre de contrabando. Los varones del clan hab�an recibido una educaci�n refinada en Europa, eran h�biles en las artes del comercio y sab�an emplear cualquier medio que sirviera a sus intereses.
Cuando Manuel Mar�a de la Vega y Rabago lleg� a la gubernatura de Sinaloa estaba respaldado por los miembros de su numerosa parentela, entre los que hab�a miembros para el desempe�o de los puestos p�blicos y h�biles negociantes para el cuidado de los intereses mercantiles de la empresa familiar. Dispon�a tambi�n Manuel Mar�a de una extensa red de protegidos, que distribu�an las mercanc�as importadas y fung�an como leales agentes pol�ticos para el control de las elecciones. Auguraba, pues, una era de bonanza para la familia De la Vega.