La miner�a


La actividad minera de Sinaloa empez� a cambiar sus formas de producci�n en el periodo anterior, cuando recibi� inversiones de extranjeros que permitieron la incipiente mecanizaci�n de las operaciones. En el periodo de Ca�edo, los cambios avanzaron de la misma manera: inversiones directas de capital extranjero para implantar la tecnolog�a avanzada, con la protecci�n de las leyes m�s favorables a estas inversiones que el gobierno de Porfirio D�az pudo expedir. En efecto, la legislaci�n permit�a a los extranjeros explotar minas en los estados fronterizos y litorales, cosa prohibida desde la separaci�n de Texas, y otorgaba tambi�n la propiedad del subsuelo y sus productos, punto en que se abandonaba la legislaci�n vigente desde la �poca colonial, que reservaba al rey, o a la naci�n, la propiedad del subsuelo.

Hubo compa��as mineras, propiedad de extranjeros, en los distritos de El Fuerte, Sinaloa, Mocorito, Culiac�n, Cosal�, San Ignacio, Concordia y El Rosario. Las empresas m�s fuertes fueron: Anglo-Mexican Mining Company, en el distrito de Sinaloa; Palmarito Mining and Milling Company, en Mocorito, y Compa��a de las Minas Hidalgo y Anexas, en El Rosario. Se produc�an metales preciosos, aunque tambi�n se inici� la explotaci�n de metales industriales como el cobre. La producci�n minera creci� en volumen y en valor, y durante el periodo que nos ocupa todav�a fue el principal producto de exportaci�n al mercado internacional, como lo hab�a sido desde hac�a un siglo. Sin embargo, en los �ltimos a�os del siglo XIX y primeros del XX hubo una crisis internacional del precio de la plata, y luego del cobre, que deterioraron esta tradicional actividad econ�mica de Sinaloa. La miner�a empez� a perder su principal papel econ�mico en la regi�n, a la par que crec�a la importancia de la agricultura, como luego veremos.


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