Desarrollo del norte de la Nueva Espa�a


Durante el primer siglo colonial, el norte de la Nueva Espa�a se mantuvo en constante colonizaci�n, con una frontera casi indefinida aunque en continuo avance sobre los territorios de cazcanes, zacatecos, guachichiles, guamares, copuces, tecos y otros grupos de chichimecas.

El asentamiento que determin� la ocupaci�n al norte de la Nueva Espa�a fue el real de minas. La "tierra sin l�mites", as� llamada por los espa�oles, se vio transformada luego del descubrimiento de ricas vetas de plata y la introducci�n de nuevos modos de producci�n y tecnolog�as. Los centros mineros se establecieron primeramente en Zacatecas y despu�s en Sombrerete, Fresnillo, Mazapil y Nieves; al principio tuvieron que importar de otros sitios todo lo necesario para la explotaci�n argent�fera y asegurar la comunicaci�n con el centro de la Nueva Espa�a.

La miner�a de la Plata transform� el antiguo paisaje semides�rtico de la frontera novohispana al implantarse el sistema de producci�n agrario europeo, basado en la edificaci�n y r�pida expansi�n de haciendas de trigo y ganado. El desarrollo de la econom�a minera y agraria abri� a la inh�spita frontera la posibilidad de convertirse en un espacio clave, determinante en la configuraci�n del sistema colonial novohispano, ocupando Zacatecas un sitio primordial dentro de ese vertiginoso proceso de cambio econ�mico.


Índice generalAnteriorÍndice de capítuloSiguiente