La ense�anza posprimaria


Durante la d�cada de 1820 se formularon varias propuestas para que el Colegio de San Luis Gonzaga —responsable de la educaci�n posprimaria o secundaria impartida entonces por colegios o institutos literarios— se reorganizara e introdujera nuevas materias en su plan de estudios. Finalmente se logr� la incorporaci�n del derecho can�nico y la jurisprudencia como medio para difundir los derechos civiles y naturales del hombre y capacitar a los funcionarios del gobierno. Sin embargo, en 1831 el gobernador Garc�a Salinas se�alaba que poco se hab�a hecho para mejorar la ense�anza que ofrec�a el colegio y propuso el establecimiento de las c�tedras de matem�ticas, qu�mica y mineralog�a.

Entre 1830 y 1833 se dictaron disposiciones para la fundaci�n de una casa de estudios superiores en Jerez, donde se impartir�a gram�tica latina, filosof�a, derecho civil y derecho can�nico. El Instituto Literario de Jerez inici� sus labores a fines de 1832, ofreciendo, adem�s de las materias se�aladas, las de gram�tica castellana, franc�s y latinidad. Para 1834 contaba con un n�mero considerable de alumnos. As� funcion� hasta 1837, cuando fue trasladado al Colegio de San Luis Gonzaga localizado en la ciudad capital del estado y que hab�a sido clausurado en 1835. Al a�o de su traslado, el Instituto ya hab�a incorporado nuevas materias a su plan de estudios, como la medicina, la geometr�a, la geograf�a, la aritm�tica y el franc�s.

El Instituto corri� mejor suerte que la instrucci�n primaria durante los a�os del centralismo porque tuvo m�s recursos, goz� de mayor estabilidad y fue mejor atendido por el gobierno local. Pero a partir de 1857 enfrent� serios problemas econ�micos e incluso tuvo que cerrar en varias temporadas, hasta que en 1867 fue reabierto con el nombre de Instituto Literario de Garc�a.

La situaci�n pol�tica de M�xico y la falta de recursos constituyeron graves obst�culos para el desarrollo de un proyecto educativo durante las primeras d�cadas de vida independiente. No obstante, la experiencia adquirida permiti� que en los �ltimos 30 a�os del siglo XIX se elaboraran nuevos proyectos que impulsaron la educaci�n primaria y superior en el estado y en el pa�s.

La transici�n de la Nueva Espa�a a M�xico fue dolorosa y dif�cil. En esos a�os, Zacatecas aport� l�deres de la talla de Francisco Garc�a Salinas y Jes�s Gonz�lez Ortega, quienes no s�lo supieron conducir con �xito notable los destinos de la entidad, sino que, poseedores de una profunda vocaci�n federal, genuinamente nacional, cooperaron con las causas en favor de la estabilidad y consolidaci�n de M�xico, en medio de constantes luchas civiles, intervenciones extranjeras, p�rdida de territorio, un erario exhausto y poderosos intereses econ�micos que se beneficiaban de la debilidad cr�nica de la naci�n.


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