FONDO 2000 Se une a la conmemoración
del centenario de la muerte de Guillermo Prieto con una selección
de su célebre y extensa obra Memorias de mis tiempos,
crónica detallada del abigarrado siglo XIX mexicano que narra
la vida y circunstancias de 1828 a 1853 desde la pluma de uno de los
protagonistas y testigos más lúcidos de aquella época.
Nacido en 1818, Guillermo Prieto pasó su infancia en el Molino
del Rey, cuya panadería administraba su padre. Al morir éste
en 1831, su madre perdió el juicio y el niño Guillermo
quedó desamparado y al servicio de una tienda de ropa. Más
tarde, bajo la protección de Andrés Quintana Roo, Prieto
ingresó en el Colegio de San Juan de Letrán y, en 1837,
publicó sus primeros poemas en el Calendario Galván.
Como otros intelectuales de su época, Guillermo Prieto llevó una vida polifacética. Fue poeta, dramaturgo, cronista, periodista prolífico y político destacado. Llegó a ser diputado al Congreso Constituyente de 1857, senador de la República y ministro de Hacienda. Sin embargo, su amplia popularidad se debe a su famosa columna "San Lunes", donde, con el seudónimo de Fidel comentaba todos los sucesos políticos, actos sociales y acontecimientos populares y religiosos de sus tiempos. Guillermo Prieto era un poeta popular, sintonizado con la corriente romántica, cuyas obras mas conocidas son el Romancero nacional y La musa callejera>. Como Fidel se explayó en la crítica teatral y, además, llegó a escribir casi una decena de obras propias. Polígrafo prolijo, Prieto no sólo dejó libros de viajes y variadas crónicas, sino también Lecciones elementales de economía, Breve introducción al estudio de la historia universal y Lecciones de historia patria. Quizá la mejor manera de rendirle un homenaje al cumplirse su centenario luctuoso sea precisamente leyendo algunos de sus párrafos más personales. En estas páginas, el lector no encontrará pasajes de nuestra historia escritos a partir de testimonios ajenos, sino la crónica autobiográfica de un intelectual y político mexicano que llegó a ser considerado por sus coetáneos como un patriota, distinguido por su inteligencia y honestidad. |