DEMASIADO

A pesar de que no son pocos en español los adverbios y frases adverbiales que denotan abundancia, parecen no ser suficientes para los hablantes mexicanos, que han dado ese sentido a voces que, de conformidad con su etimología, tienen otro.

El adverbio demasiado significa "excesivamente, más de lo debido". En la carretera, un auto puede ir demasiado aprisa si el conductor no obedece las velocidades máximas permitidas; la sopa puede estar demasiado caliente si se sirve inmediatamente después de hervir y por ende no puede ser ingerida.

Lo que parece impropio es hacer equivaler el adverbio demasiado con el adverbio mucho o abundantemente. Quizá puedan distinguirse estas voces si se considera que mucho señala abundancia de manera absoluta y que demasiado indica exceso en relación con una determinada medida.

Así puede parecer poco adecuado decir que alguien tiene "demasiado talento", como si la inteligencia pudiera ir más allá de lo debido, como si pudiera haber excesos en el grado de inteligencia. Lo que sucede es que se está calificando en relación con otros talentos, entre los cuales ese "demasiado talento" sobresale de manera notable.

Menos justificadas —desde un punto de vista lógico— resultan las expresiones "me divertí demasiado", "la pasé demasiado bien", pues parece haber cierta contradicción en los términos: no es concebible que alguien se divierta excesivamente, ya que en tal caso la diversión habría cesado; tampoco alguien puede pasarla "demasiado bien" si precisamente el pasarla bien o muy bien supone un equilibrio en que nada sobra. Quizá convenga decir simplemente "me divertí mucho", "la pasé muy bien".

Véase finalmente la expresión, no por frecuente menos absurda, "demasiado poco". En este caso se ve claramente el valor enfatizador que ha venido adquiriendo el vocablo demasiado y cómo ha venido desprendiéndose de su primitivo sentido etimológico. Ciertamente el lenguaje, como tal, no es lógico ni ilógico sino prelógico, dicen los lingüistas. Ello permite expresiones como "eso sí que no" para señalar algo así como "eso definitivamente no". En demasiado poco se funden dos contrarios, pues poco es precisamente lo opuesto a demasiado.

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