1.- EL TERCER carácter se llama ce mázatl,
el cual gobernaba por otros trece días.
2. Este signo mázatl tenía la primera casa
o día; la segunda tenía tochtli; la tercera tenía
atl; la cuarta tenía itzcuintli; la quinta tenía
ozomatli; la sexta tenía malinalli; la séptima
tenía ácatl; la octava tenía océlotl;
la novena tenía quauhtli; la décima tenía
cozcaquauhtli; la undécima tenía ollin; la
duodécima tenía técpatl; la decimotercera
tenía quiáuitl. Todos los dichos trece días
decían que unos eran bien afortunados y otros mal afortunados,
como parecerá por la declaración de ellos.
3. Decían que cualquiera que nacía, siendo hijo de
principal, en el dicho signo, sería también noble y principal
y tendría qué comer y beber, y con qué dar vestidos
a otros, y otras joyas y atavíos; y si nacía un hijo de
hombre de baja suerte en aquel día, decían que sería
bien afortunado y que merecería ser hombre de guerra y sobrepujaría
a todos de su manera, y sería hombre de mucha gravedad y no cobarde
ni pusilánime;
4.y si nacía hembra en aquel día, siendo hija de noble,
o de hombre de baja suerte, lo mismo merecía ser bien afortunada,
varonil y animosa, y no daría pesadumbre a sus padres; y más
decían, que cualquiera que nacía en este signo ce mázatl
era temeroso y de poco ánimo, y pusilánime; cuando oía
tronidos y relámpagos o rayos no los podía sufrir sin gran
miedo y se espantaba; y alguna vez le acontecía que moría
del rayo, aunque no lloviese, ni fuese nublado, o cuando se bañaba
ahogábase, y le quitaban los ojos y uñas algunos animales
del agua, porque decían que nació en tal signo ce mázatl,
porque es su natural del ciervo ser temeroso.
5.Y el que nacía en este signo era temeroso demasiadamente,
y los padres, como sabían el signo donde había nacido, no
tenían cuidado (de él) por tener por averiguado que había
de parar en mal. Y en este dicho signo decían que las diosas que
se llamaban Cihuateteo descendían a la tierra, y les hacían
fiesta y las daban ofrendas, y vestían con papeles a sus estatuas.
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