PEDRO CIEZA DE LEÓN nació en Llerena, y no en Sevilla como creían algunos, entre 1520 y 1522. Llegó a América en l535 y, según se lee a lo largo de su obra histórica, recorrió desde Cartagena, Popayán, Cenú, Urabá, Quito, el Collao y Lima. La Gasca lo nombró cronista y le encomendó la redacción de su Crónica del Perú. Cieza guarda un curioso paralelo con Bernal Díaz del Castillo, ambos soldados convertidos en historiadores. Bernal decide escribir su Verdadera historia... pasados los años —sin haberse afectado su memoria— en respuesta a las tergiversadas versiones que había leído sobre la conquista de México, Por el contrario, Cieza de León fue un soldado-cronista in situ, que, en sus propias palabras, "muchas veces cuando los otros soldados descansaban, cansaba yo escribiendo".

FONDO 2000 presenta aquí una selección de la Crónica del Perú, obra en cuatro partes cuya redacción terminó Cieza de León en 1550. En estas páginas se revela la curiosidad del soldado español por todo aquello que azoraba su mirada y la claridad de su vocación histórica al describirlo con la mayor objetividad posible. Como bien lo señaló Francisco Esteve Barba en su obra fundamental Historiografía indiana, en este libro "se revela el espíritu justo, ponderado e imparcial de Cieza. No es suya la visión rosada a lo Garcilaso, pero tampoco una negra interpretación del mundo prehispánico. Da a entender defectos y virtudes, evita juicios temerarios y generalizadores".

Pedro Cieza de León volvió a Sevilla a principios de 1551. Gracias a ciertos documentos notariales se sabe que vivió holgadamente en la calle de las Armas. Ese mismo año contrajo matrimonio con Isabel López de Abreu, con quien se había comprometido desde Lima. La unión duró poco tiempo, pues Isabel murió en mayo de 1554 y, dos meses después, moría Pedro sin haber cumplido 35 años. Su amplia recolección de datos, su ardua labor como historiador en los ratos en que no se desempeñaba como soldado, nos han dejado un magnífico retrato del pasado inca, las costumbres y circunstancias de uno de los más gloriosos imperios de nuestra geografía prehispánica.