Louis PASTEUR, químico y biólogo francés, nació en Dole en 1822 y murió en Villeneuve-l´Etang en 1895. Antes de cumplir 30 años Pasteur había realizado descubrimientos científicos que serían fundamentales en la estereoquímica, y aún no había alcanzado los 6o cuando los sabios de todo el mundo lo aclamaban como uno de los máximos benefactores de la humanidad al llegar a la cima de una carrera sin precedentes en el dominio de la ciencia experimental.

Sus aportaciones a diversas ciencias, en particular la medicina, fueron múltiples y decisivas. Fue el creador de la microbiología, y sus investigaciones en torno a las fermentaciones, sus descubrimientos respecto a las enfermedades contagiosas, sus estudios sobre la profilaxis de la rabia y el carbunco cambiaron por completo el concepto tradicional de la investigación médica, la experimentación química y el conocimiento de la biología.

Parecería que las aportaciones que hizo Pasteur a la vida humana tienden a evaluarse como prácticas que habrían existido desde siempre, como si no reconociéramos que su labor científica fue conducida con un rigor y un discernimiento acaso insuperables. A partir de sus descubrimientos se inició la era de las vacunas y la renovación de la medicina, cuyos beneficios alcanzan nuestros días.

FONDO 2000 presenta una selección del libro Pasteur. Vida y obra, de Manuel Martínez Báez, publicado por el Fondo de Cultura Económica en coedición con El Colegio Nacional. En estas páginas, Martínez Báez narra la vida del famoso descubridor de la vacuna antirrábica de manera amena y muestra en cada párrafo su pasión por la biografía del científico. Obra de conocimiento y devoción poco frecuentes en nuestro medio, Vida de Pasteur revive gratamente una admiración por el científico francés, un hombre de ciencia que se preocupó por mejorar las condiciones de vida de la humanidad.