DURANTE mucho tiempo se desconoció el nombre
del autor de la Relación de las ceremonias y ritos y población
y gobernación de los indios de la provincia de Michoacán
hecha al ilustrísimo señor don Antonio de Mendoza, virrey
y gobernador desta Nueva España por su magestad, etc., mejor
conocida como Relación de Michoacán. El manuscrito
original se conserva en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial
en las afueras de Madrid, y de entre sus 140 fojas se desprende que
el autor era fraile de la orden de San Francisco, amante de las tradiciones
indígenas y curioso investigador de ellas. También allí
se lee que el autor prefiere llamarse a sí mismo intérprete
de los muchos datos consignados en el libro y que, por ende, hablaba
la lengua purépecha. Además, la lectura del manuscrito
original confirma que el autor-intérprete tuvo acceso a diversos
testimonios orales, que recabó gracias a la confianza, y hasta
cariño, que había establecido con los lugareños.
Gracias a diversas investigaciones y una confirmada correlación de datos, ahora sabemos que fray Jerónimo de Alcalá es el autor más probable de la Relación de Michoacán, aunque no se han despejado otras dudas; se cree que Jerónimo de Alcalá nació en Vizcaya, alrededor de 1508 y que probablemente murió en 1545. Lo que sí consta es que llegó a la Nueva España en 1530 y que, habiendo aprendido la lengua purépecha, es muy posible que él haya sido el comisionado para informarle al virrey Mendoza la mencionada Relación. También se conoce que este fraile franciscano fue muy visto en Michoacán por los años de 1540 y que escribió, además, una Doctrina cristiana en la lengua de Michoacán, en 1538. Con todo, la Relación de Michoacán es un auténtico monumento historiográfico, una de las obras que mejor nos muestran el origen y las tradiciones del pueblo purépecha. Al autor le debemos la delicada tarea de traducir intactos los relatos indígenas y la acuciosa investigación de sus intereses y curiosidades. Francisco Miranda (Yerécuaro, Mich., 1937), estudioso de esta obra e investigador incansable, ha escrito que la Relación de Michoacán, "además de fuente primaria para conocer el pasado prehispánico de esta región, es hilo conductor para las demás noticias que, sobre esa época y los primeros años de la Conquista, han logrado sobrevivir en códice, lienzos o crónicas". FONDO 2000 presenta aquí una selección de la
Relación de Michoacán, que narra las premoniciones
del ocaso, la conquista y los conquistadores, los últimos esplendores
de los cazonci de Michoacán y la llegada de Nuño de
Guzmán a lo que fue el maravilloso imperio purépecha.
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