Triste yo que vivo en Burgos
ciego de llorar desdichas
sin saber cuándo el Sol sale,
ni si la noche es venida,
si no es que con gran rigor
doña Lambra mi enemiga
cada día que amanece
hace que mi mal reviva:
pues porque mis hijos llore
y los cuente cada día,
sus hombres a mis ventanas
las siete piedras me tiran.
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Sabed además que la mora hermana de Almanzor, al hijo aquel
que tuvo de don Gonzalo, lo llamó Mudarra González,
y cuando fue de edad, enviólo a Castilla para que buscase al
traidor y en él vengase padre y hermanos.
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