10. Bajo la advocaci�n de Julio II, que fue, con mucho, el m�s grande hombre
de su tiempo. El mismo Giuliano no impresionaba al principio a las gentes con
su poder. Jacobo Volaterrano (Mur. XXIII,
107) dice de �l: Vir
est naturae duriusculae, acuti ingenii, mediocris literaturae.