Atr�s se dijo que hay cuervos marinos, de la misma manera que los hay ac�.
No torn� aqu� a hablar en ellos sino para decir la muchedumbre de ellos que
hay en la mar del Sur, en aquella costa de Panam�, donde puede vuestra majestad
creer que algunas veces vienen tantos juntos en demanda de aquestas sardinas
que dije en el cap�tulo antes de �ste, que, asentados en el agua, cubren gran
parte de la mar, que est�n las manchas de ellos tama�as, casi como esta vega,
que est� al pie de esta ciudad de Toledo; y estos escuadrones o multitudes de
estos cuervos, en muchas partes y muy a menudo, cada d�a se ven en la dicha
costa del Sur, all� donde he dicho, y no parece todoaquello que toman y ocupan
del agua, sino un terciopelo o pa�o muy negro, sin intervalo, seg�n est�n juntos
estos cuervos, los unos a par de los otros, y as� como los alcatraces, se van
y vienen con las mareas secutando
la pesquer�a de estas sardinas; las cuales a algunos saben bien, y a m� no,
porque son tan dulces, que a tres veces que com� de ellas las aborrec�, y nunca
pescado de cuantos all� ni ac� he visto, yo comer�a de tan mala voluntad; pero
otros hombres se hallan bien con ellas.
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