Recib� oportunamente la apreciable de usted, fecha 23 del pasado, y tuve cartas del se�or Romero hasta el 1� del actual.
Ya recomiendo al se�or D�az se ponga de acuerdo con usted y conviene que usted y �l se pongan tambi�n de acuerdo con don Manuel Trevi�o, c�nsul mexicano en Brownsville, para obrar con actividad en todo lo que tenga relaci�n con esos proyectos de filibusteros.
Siempre he cre�do que el gobierno americano cuidar� de hacer observar estrictamente las leyes de neutralidad; pero conviene que nuestros agentes en esa Rep�blica velen sin descanso para evitar que logren los malvados burlar la vigilancia de la polic�a.
Est�n dictadas ya las medidas convenientes y no tardar�an en ser exterminados los bandidos que pretendiesen revolucionar el pa�s por el rumbo de la frontera; pero es mejor evitar el esc�ndalo, impidiendo que se organicen en �sa partidas de filibusteros contra esta naci�n.
Por ac� seguimos mejorando de d�a en d�a.
Han acabado los pronunciamientos de car�cter, o mejor dicho, de pretexto pol�tico, y s�lo nos quedan los bandidos que nos dej� armados, en los caminos, la intervenci�n. Ya nos dedicamos a perseguirlos y acabaremos con ellos antes de mucho tiempo.
Tenemos pendiente el incidente del buque de guerra ingl�s en Mazatl�n y todav�a el 6 de este mes continuaba bloqueando aquel puerto; pero espero que al llegar las resoluciones del gobierno, que ver�a usted publicadas en los papeles de esta capital, se arreglar� el asunto de un modo satisfactorio para la dignidad nacional.
T�ngame usted al corriente de todo lo que a su juicio merezca alguna importancia; haga presente mis recuerdos a la familia y cuente con el afecto sincero de su amigo y atento servidor q. b. s. m.
(Benito Ju�rez)