PERD� tu presencia,
pero la hallar�;
pues oculta ciencia
dice a mi conciencia
que en otra existencia
te recobrar�.
T� fuiste en mi senda
la �nica prenda
que nunca busqu�;
llegaste a mi tienda
con tu noble ofrenda,
�qu�n sabe por qu�!
�Ay!, por cu�nta y cu�nta
quimera he anhelado
que jam�s logr�...,
y en cambio, a ti, santa,
dulce bien amado,
te encontr� a mi lado,
�qui�n sabe por qu�!
Viniste, me amaste;
diez a�os me amaste;
diez a�os llenaste
mi vida de fe,
de luz y de aroma;
en mi alma arrullaste
como una paloma,
�qui�n sabe por qu�!
Y un d�a te fuiste:
�Ay triste!, �ay triste!;
pero te hallar�;
pues oculta ciencia
dice a mi conciencia
que en otra existencia
te recobrar�.
19
de marzo de 1912
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